Un ambiente tranquilo y de sobria algarabía se experimentaba este martes en la noche en el cine Metro en Santurce, donde decenas de boricuas y dominicanos asistieron para ver la transmisión en directo desde la estadounidense ciudad de San Francisco, del juego final del Clásico Mundial de Beisbol entre Puerto Rico y República Dominicana.

Allí, los asistentes, en su mayoría personas de más de 40 años, presenciaban las jugadas de ambas delegaciones y las celebraban con aplausos y vítores discretos.

Solo en la última fila de asientos de una de las dos salas que proyectaba el partido, Juan Villegas, residente en San Juan, observaba concentrado la pantalla gigantesca. De hecho, fue la ventaja de ver el juego en una imagen más grande que la del televisor de su hogar, más el carácter gratuito, lo que lo motivó a ir al cine.

“Vine por la pantalla para poder ver el juego mejor. Además, aquí es más cómodo”, respondió Villegas, quien indicó que apoyaba a la novena boricua. “Si Puerto Rico llegó hasta aquí, claro que puede ganar”, agregó.

Conforme iba avanzando la jornada, los ánimos en las salas se calentaban, y los gritos y aplausos de las personas, se hacían sentir con más fuerza. En ocasiones, la algarabía del público se alcanzaba a escuchar afuera de las salas.

Demarius Dávila, quien era parte de un grupo de amistades, indicó que esta era la primera vez que veía una competición deportiva en un cine, y que estaba disfrutándolo.

“Es una forma diferente de ver el juego, me gusta. Así es como lo hacen allá afuera (en Estados Unidos). Yo fui criado en el Bronx, (en Nueva York), pero obviamente, le voy a mi equipo de Puerto Rico”, señaló Dávila.

“Se siente el calor humano en esta sala”, agregó.

Otros como Carmen Rosado, acogieron la invitación de Caribbean Cinemas como una excusa para salir de su hogar.

“Queríamos verlo diferente a como siempre lo hacemos, pues uno siempre está metido en la casa”, expresó la mujer, residente en Toa Baja y quien asistió al cine Metro a acompañar a su esposo.

“Me gusta un poco el béisbol, pero el verdadero fanático es él”, expresó señalando a su marido en medio de la oscuridad del cinema.

La fémina destacó que lo más que le gustó de ver el partido en el cine es la “comodidad y el ambiente tranquilo” y que su equipo favorito para ganar era Puerto Rico.

Mientras, Jesús Rodríguez Ávila, puertorriqueño de progenitores dominicanos, tenía su corazón divido entre ambos equipos.

El joven adulto de 18 años y residente en Santurce acudió junto a algunos amigos “para no quedarme en mi casa aburrido”, donde sus progenitores veían el partido.

Rodríguez Ávila estaba un tanto tímido a la hora de mencionar la delegación que favorecía debido a sus doble nacionalidad.

“Si gana Dominicana, bien, y si gana Puerto Rico, pues bien también”, manifestó.

Ambiente un poco diferente en Guaynabo

En el cine de Plaza Guaynabo, por otro lado, la atmósfera era una más familiar y alegre. Se estimó que allí se congregaron unas 325 personas, entre las dos salas habilitadas para proyectar el juego.

Los gritos y comentarios del público, en su mayoría joven, que repudiaba o celebraba las jugadas se escuchaban desde la entrada al local.

“Eso está comprado”, reclamaba un fanático molesto desde su asiento, tras una buena jugada del equipo de Quisqueya.

Lucena Torres, de 20 años, y quien asistió junto con un grupo de amigos, señaló que prefirieron el ambiente seguro del cine al de una barra deportiva, debido a que “nosotros somos más tranquilos”.

“Mejor estar aquí que estar exponiéndonos en la calle, donde hay gente haciendo y deshaciendo. Esto está aquí lleno de jóvenes que vinieron a compartir sanamente”, señaló.

Wanda Rivera, de 47 años, al igual que Torres, resaltó el clima familiar en la sala. Rivera asistió con su hijo adolescente, su comadre y el hijo de ella.

“Me gustó mucho que hayan presentado el juego aquí, y me parece que es una buena iniciativa que contribuye positivamente al unir a grupo de gente en un ambiente familiar, animado. Todo el mundo apoyando a nuestro equipo”, sostuvo Rivera.