Cuando Glendaliz González se lanzó el miércoles al remodelado terreno del Estadio Hiram Bithorn marcó un hito nunca antes visto en los 86 años de historia de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).

Por primera vez, una mujer puertorriqueña fue parte del cuerpo arbitral de un juego en la liga invernal, como la oficial de tercera base. Una hazaña que ni ella misma creía posible cuando se lo comunicaron.

“No lo podía creer. Sé que trabajé fuerte para esto, pero es un campo dominado por hombres, donde hay árbitros con muchos años de experiencia y que me dieran esta oportunidad es un orgullo y un privilegio, como mujer”, dijo González en un aparte con GFR Media antes de que se cantara ‘play ball’ para el primer partido local de los Cangrejeros de Santurce, quienes recibieron la visita de los Gigantes de Carolina.

González recibió esta oportunidad, luego de recibir una invitación al campamento de Puerto Rico Umpire Clinic hace unos meses. Sin embargo, no tenía garantizado que debutaría en el torneo 2024-25 de la LBPRC.“Estuve en el campamento de Puerto Rico Umpire Clinic (hace unos meses), dirigido por el señor Carlos Rey. De allí, nos hicieron el llamado para el entrenamiento de los árbitros profesionales. Fue una invitación, nada oficial. Después, recibí la llamada oficial de que iba a entrar este año a la temporada”, relató la sabaneña, de 37 años.

González no es, sin embargo, la primera árbitra en la liga. Ese logro lo realizó la estadounidense Pamela Postema en la temporada del 1984-85, según lo recordó el historiador Jorge Colón Delgado. González sí es la primera boricua en hacerlo en un juego oficial, en tanto que la boricua californiana Nora May fue invitada a trabajar en un Juego de Estrellas en el 1986.

Mientras, el historiador Jorge Fidel López recordó que el debut de Postema fue el 8 de noviembre del 1984.

González dio sus primeros pasos en el arbitraje en las categorías 13 y 14 en 2018, poco después de dejar a un lado su carrera como jugadora de béisbol y softbol. Desde entonces, estuvo arbitrando en distintos niveles con el objetivo de algún día dar el salto al profesionalismo.

“Yo creo que, cuando uno comienza la carrera en el arbitraje, se quiere superar cada día, subir de liga y llegar a lo máximo que, por lo menos aquí en Puerto Rico, es esta esa liga”, sostuvo.

Y aunque dijo que cuando se despertó el miércoles no estaba pensando en el hito que iba a hacer en la noche, confesó que con el pasar de las horas comenzó a sentir nervios. Por esto, intentó prepararse de la mejor manera posible para dejar una buena primera impresión en la invernal.

“Repasé las reglas. Todo lo nuevo que trae la invernal. Es un sistema de cuatro, ya no es un sistema de tres. Me preparé para conocer las responsabilidades mías como árbitro de tercera y las responsabilidades de cada uno de mis compañeros”, contó.

González, por otro lado, compartió que su meta es algún día arbitral en las Grandes Ligas, una gesta que ninguna mujer ha hecho en la historia de las Mayores.

Ninguna mujer ha sido asignada para arbitrar un juego de temporada regular en la historia de las Grandes Ligas. Y con González ahora en la LBPRC, no hay duda de que más puertas se les seguirán abriendo a las árbitras en el béisbol.

“Invito a todas las mujeres y jóvenes que entren y se den la oportunidad de arbitrar”, manifestó. “Que le continúen dando más oportunidades a las mujeres. Las mujeres son capaces de hacer el mismo trabajo que los varones”.