A tres semanas de que culmine la temporada regular de las Grandes Ligas, Francisco Lindor se está llevando todos los reflectores en lo que ha sido un decepcionante año para la mayoría de los jugadores de posición puertorriqueños.

Y es que Lindor está cerrando la campaña jugando su mejor béisbol, convirtiéndose en el principal rival de Shohei Ohtani en la carrera por el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.

El campocorto de los Mets de Nueva York está bateando para .272 con 30 cuadrangulares y 84 impulsadas. En los últimos 30 juegos, se ha calentado aún más con un promedio de bateo de .339 con ocho jonrones y 20 impulsadas. De hecho, encadenó una racha de 16 partidos conectando, al menos, un hit que fue frenada tan reciente como el sábado.

Asimismo, se convirtió la semana pasada en el tercer siore que pega 30 vuelacercas o más en mínimo cinco temporadas defendiendo su posición en más del 50 por ciento de los encuentros disputados. ¿Los otros dos? Alex Rodríguez, que alcanzó la cifra en siete campañas, y Ernie Banks, que lo logró en cinco.

Tras los Mets (78-64) desplazar el sábado a los Braves de Atlanta (77-64) del tercer puesto de comodín de la Nacional, necesitarán que Lindor siga con este ritmo de MVP para clasificar a los playoffs por primera vez desde 2022.

Por su parte, José Miranda, tercera base de los Twins de Minnesota, está teniendo su mejor año en las Mayores después de un 2023 en el que tuvo que lidiar con una lesión en el hombro que le afectó su rendimiento en el plato.

Miranda está bateando para .299 con nueve cuadrangulares y 49 RBI. A pesar de que en junio y julio bateó sobre los .330, redujo drásticamente su producción en agosto con una media de .232. Además, no la ha vuelto a sacar del parque y solo ha remolcado cinco carreras en los últimos 30 juegos.

Otro boricua de los Twins que también atraviesa un buen momento en su carrera es el veterano receptor Christian Vázquez, quien en en los últimos dos meses ha bateado sobre .300 mientras sigue compartiendo la labor defensiva de cátcher con Ryan Jeffers.

En lo que va de temporada, Vázquez acumula un promedio de bateo de .219 con siete jonrones y 27 empujadas. Sin embargo, bateó para .302 con dos vuelacercas y nueve remolcadas en agosto. El bayamonés cumplió no hace mucho 10 años en el ‘Show’ y está demostrando que todavía le queda béisbol.

El guardabosques Heliot Ramos es otro que le ha dado un virazón a su carrera luego de que los Giants de San Francisco solo le permitieran disputar nueve partidos en 2022 y 25 en 2023.

Sin embargo, los Giants contrataron a finales de octubre de 2023 al piloto Bob Melvin, que depositó toda su confianza en Ramos y este no lo ha defraudado desde que subió a las Mayores. El jardinero maunabeño suma un promedio con el madero de .274 con 20 cuadrangulares y 67 RBI en 102 partidos, el triple de los que jugó en sus primeras dos campañas en las Grandes Ligas.

Su labor en el plato lo posiciona como el segundo mejor bateador de San Francisco al ser solo superado en hits, vuelacercas e impulsadas por el antesalista Matt Chapman. No obstante, agosto fue su peor mes desde que ascendió al ‘Show’ tras batear por primera vez por debajo de los .240.

Lesiones vuelven a afectar a Correa y Báez

En cambio, no todas las historias de los puertorriqueños en las Mayores han sido alentadoras este año. Tal es el caso del campocorto de los Twins, Carlos Correa, que nuevamente fue perseguido por el fantasma de las lesiones.

Lo cierto es que, de no ser por las dolencias que ha enfrentado, Correa parecía encaminado a tener su mejor temporada desde que firmó con Minnesota. No obstante, las lesiones lo perjudicaron desde bien temprano en la campaña en 2022.

El 12 de abril fue colocado en la lista de lesionados por una dolencia en su costado derecho y se perdió los siguientes 16 encuentros. Regresó el 29 de ese mes a la alineación de los Twins y, en junio, tuvo su mejor mes con un promedio de bateo de .388 con cinco jonrones y 21 impulsadas. En julio, dio señales de que iba a seguir con ese buen ritmo, bateando para .289 con cuatro cuadrangulares y siete remolcadas.

Pero el 12 de ese mes fue el último día que volvería a pisar el terreno. El 20 de julio ingresó de nuevo en la lista de inhabilitados. Esta vez por una fascitis plantar que provocó que hasta se perdiera el Juego de Estrellas. Una dolencia que también le afectó la campaña anterior.

Correa no ha vuelto a jugar y, en total, se ha perdido 66 de los 141 que han tenido los Twins y batea .308 con 13 cuadrangulares y 13 empujadas.

El caso de Javier Báez, sioere de los Tigers de Detroit, es uno similar con la excepción de que no estaba tronando el madero como el santaisabelino. Esta vez se atrevesó en el camino de Báez una lesión en la espalda que hizo que se perdiera 26 juegos entre junio y julio. Aun así, antes de esta dolencia estaba teniendo una pobre ejecución en el plato con un promedio de .182 con cuatro vuelacercas y 37 impulsadas.

El 23 de agosto entró, nuevamente, en la lista de lesionados de 10 días debido a una inflamación en la cadera derecha y la columna vertebral. Luego de someterse a varias pruebas, ingresó en la de 60 días y fue descartado por el resto de la campaña.

Báez culminó la temporada bateando para .184 con apenas seis cuadrangulares y 37 impulsadas. El panorama del campocorto tampoco es uno alentador para el próximo año debido a que fue operado a causa de esta lesión y su tiempo estimado de recuperación varía de 12 semanas a 12 meses.

No encuentran la pelota

Otro que ha tenido una baja producción, aunque ha estado libre de dolencias, ha sido Enrique “Kike” Hernández. En 110 juegos con los Dodgers de Los Ángeles, Hernández suma un promedio de bateo de .216 con nueve jonrones y 33 impulsadas. Igualmente, MJ Meléndez está teniendo su peor año con el madero, bateando para .212 con los Royals de Kansas City. A pesar de esto, Meléndez está a un cuadrangular de igualar su mejor marca en las Mayores (18).

Por su lado, el tercera base Emmanuel Rivera ha logrado subir sus números desde que fue reclamado por los Orioles de Baltimore después de ser cortado por los Marlins de Miami. Desde que empezó a vestir los colores de Baltimore, Rivera batea para .261 con un jonrón y cinco empujadas. Con los Marlins, el mayagüezano tenía un discreto promedio de bateo de .214.