Fernando Tatis, Jr. ya debe una porción de sus $340 millones
El novel jugador había aceptado recibir dinero adelantado de una compañía cuando todavía era un novato, a cambio de ceder a dicha firma parte de su salario futuro.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Nueva York. El monto colosal a cambio del que Fernando Tatis firmó el contrato más largo en la historia del béisbol no es lo que parece.
El campocorto estelar de 22 años firmó por 14 años y $340 millones con los Padres de San Diego. Se trata del tercer convenio más cuantioso en la historia del deporte.
Pero el hijo del único pelotero de las Grandes Ligas que ha conectado dos grand slams en un inning cederá un porcentaje de su fortuna a Big League Advance (BLA), una empresa fundada en 2016 por el pitcher de las ligas menores Michael Schwimer para invertir en prospectos que devengan salarios bajos.
Es una especie de equivalente a los corredores bursátiles que compraron acciones de Apple en los albores de la compañía.
Tatis accedió a recibir dinero de BLA cuando era apenas un prospecto, a cambio de parte de su salario futuro.
Solo un pequeño porcentaje de los peloteros de las menores llegan a las Grandes Ligas, y una proporción incluso más pequeña se queda el tiempo suficiente para recibir los grandes pagos, llegar a los arbitrajes salariales o entrar en el mercado de agentes libres.
BLA desarrolla programas informáticos mediante los que busca predecir quién será una estrella. Luego, trata de invertir en esos peloteros antes de que sean conocidos.
Es decir, compra acciones antes de que suban.
“Para nosotros, como empresa, esto es realmente un testimonio de nuestras capacidades para diseñar modelos y de cómo hemos podido pronosticar el éxito de los jugadores de las ligas menores”, dijo Schwimer. “Cuando alcanzamos un acuerdo con Fernando Tatis Jr., él no era uno de los 50 prospectos principales en la lista de nadie. Y ahí nuestros números indicaron que él era el segundo mejor en los últimos 15 años, incluyendo a Mike Trout, (Bryce) Harper y todos estos chicos”.
“Eso fue lo que nos dijo nuestro modelo. Nos dio en realidad algo de miedo invertir la cantidad de dinero que invertimos en esto. Fue una parte considerable de nuestro fondo. Pero, al final, decidimos confiar en los números y en el proceso. Y funcionó realmente bien”.
BLA ha invertido en 344 peloteros, incluidos 20 contratados en los últimos dos meses. La gran mayoría no figura en las nóminas (rosters) de 40 hombres de los equipos de las Mayores.
El primer fondo de la empresa, por 26 millones de dólares, se cerró en 2018. Invirtió en 77 jugadores, de los que el 83% estaban por debajo de los 300 prospectos principales cuando fueron elegidos por la empresa, explicó Schwimer.
De los 77 peloteros, el 45% llegó a Grandes Ligas, un porcentaje que Schwimer atribuye a los análisis y capacidades predictivas de la empresa.
El segundo fondo recaudó 130 millones de dólares. Schwimer dijo que BLA ha logrado que unas 200 personas inviertan 156 millones de dólares.
Tatis y otros jugadores que firman con BLA reciben un pago por adelantado a cambio de un porcentaje de sus ganancias futuras. Schwimer dijo que el promedio de pago a un pelotero es de $350,000, sin confirmar las cifras de alguno en particular.
“Fue simplemente una decisión de la familia”, dijo Tatis. “Voy a llamarlo así”.
El dinero que los peloteros reciben de la empresa es un ingreso gravable. En cambio, no deben pagar impuestos sobre el dinero que adeudan a la compañía.
El único contrato disponible involucra a Francisco Mejía, receptor de los Padres. Se hizo público en febrero de 2018, cuando el dominicano demandó a BLA ante la corte federal de distrito en Delaware.
Mejía alegó que había firmado tres contratos con BLA, en septiembre, noviembre y diciembre de 2016, y recibió 360,000 dólares como parte de acuerdos en los que accedió a pagar a la empresa el 10% de sus percepciones futuras.
La demanda fue desestimada, con pérdida de derecho a un nuevo juicio.
El sindicato de peloteros no regula a empresas como BLA. El líder de la agrupación gremial Tony Clary se negó a emitir comentarios sobre la compañía.
“La Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas está en una postura difícil, respecto de entidades como Big League Advance”, dijo Jay Reisinger, abogado que representa a peloteros. “Aunque tiene autoridad de supervisión sobre los agentes... entidades como Big League Advance no tienen derechos de negociación, y por lo tanto, no hay control sobre ellos”.