Cada salida del lanzador Fernando Cruz al montículo con el uniforme rayado de los Yankees de Nueva York es una muestra de dominio, pero también de una confianza recíproca entre la novena y el boricua.

El cambio de aires le sentó bien a Cruz, que registra dos juegos salvados en 12 entradas lanzadas. El relevista doradeño tiene una efectividad de 2.25 al permitir seis imparables, un cuadrangular, cinco carreras, regalar seis boletos y abanicar a 19 bateadores en 10 duelos.

“El hecho de que he venido a salvar juegos en mis dos últimas salidas muestra cuánta confianza me tiene el equipo y tienen bien consciente mis capacidades como lanzador”, compartió Cruz a Primera Hora mediante un intercambio de mensajes de texto.

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El puertorriqueño fue traspasado durante la temporada baja a los Bombarderos del Bronx desde los Reds de Cincinnati por el experimentado receptor José Treviño. Y su inicio con Nueva York, según lo ha descrito, ha sido positivo y especial.

“Especial para mí -personalmente hablando- al estar ayudando al equipo de mis sueños a ganar juegos y en momentos importantes”, expresó.

Cruz, de 35 años, apenas se convirtió en el tercer boricua nacido en la isla en registrar un salvamento con los Yankees y el primero desde Eduardo Figueroa en 1980.

Luis “Tite” Arroyo fue el primero en lograrlo. En su carrera con los Yankees rescató 43 juegos entre las campañas del 1960 y 1963. Su mejor temporada fue la del 1961, cuando registró 29.

“El staff no me ha expresado nada respecto a mi rol en el equipo, pero sé y me han demostrado mi importancia dentro del bullpen. Puedo ver que me cuidan y quieren lo mejor para mí, al igual que para el equipo”.

Los Yankees lideran la División Este de la Liga Americana con foja de 11-7. Al Cruz vestir los colores del equipo máximo ganador en la historia de las Mayores aseguró que no siente presión alguna, sino una euforia distinta.

“Presión es una palabra muy fuerte, creo que la palabra que describe estar lanzando en estos escenarios es adrenalina. Es muy diferente (a los Reds), es otra energía y el escenario exige más. Es lo que más me gusta”, sostuvo.

Cruz, que debutó en las Mayores a sus 32 años con los Reds en 2022, 15 años después de ser seleccionado por los Royals de Kansas City en la sexta ronda del sorteo de novatos de la MLB y luego de unos cuantos años fuera del béisbol organizado y de haber brillado lanzando en la pelota Doble A de Puerto Rico para los Maceteros de Vega Alta, cerró la pasada temporada con una efectividad de 4.86, con 109 ponches y 35 bases por bolas en 66.2 entradas lanzadas.

Así las cosas, sus números actuales son el reflejo de su preparación durante la temporada muerta, que tuvo una parte en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) con los Cangrejeros de Santurce.

“La preparación fue increíble, tuve un off season productivo y un proceso bien fuerte en Spring Training; lleno de cambios y adaptaciones. Podemos ver los frutos hoy día”, manifestó.

Su regalo del cielo

Cruz sigue sacando a pasear en las Mayores el split finger, su lanzamiento predilecto, que por múltiples ocasiones ha nombrado como un “regalo de Dios”.

El dominio de Cruz con dicho lanzamiento, considerado uno de los más efectivos en todo el béisbol de las Grandes Ligas, es impresionante.

Para esta campaña, ha tirado este lanzamiento 101 veces -61 a bateadores derechos y 40 a zurdos- y solo le han pegado dos inatrapables en 28 turnos para un raquítico promedio de .071.

Con este pitcheo, además, suma 17 de los 19 ponches que ha propinado. Un 37.5% de las veces que los bateadores le hacen swing a este lanzamiento, lo abanican, de acuerdo a Baseball Savant.

“Me siento muy bien. Gracias a Dios que me ha dado las fuerzas de estar en esta posición. Me siento agradecido de Dios por ponerme aquí. La adaptación ha sido increíble, me tratan como si llevara años ahí y me siento totalmente feliz aquí”, sentenció.