Antes que descarten las comparaciones entre el bateador venezolano de los Marlins de Miami, Luis Arráez, y el fenecido miembro del Salón de la Fama, Tony Gwynn, consideren las siguientes características y estadísticas entre ambos bateadores

Arráez está bateando .399 en los primeros 61 juegos de la temporada 2023 y está demostrando que su título de bateo del 2022 no fue una casualidad. Batea de 19-11 en junio con un solo ponche, lo que le ha llevado a elevar su promedio a una centésima del promedio de .400 para ponerlo en posición de tema de conversación.

Arráez no es merecedor aún de estar al lado, en términos beisboleros, de Gwynn, el ocho veces Campeón Bate de la Liga Nacional. Pero lleva cuatro temporadas completadas en las Grandes Ligas, lo que le pone en camino a estar hombro con hombro con, indiscutiblemente, el mejor bateador de las décadas del 1980 y 1990.

Arráez es zurdo, como Tony Gwynn. Sus estilos de bateo son, inclusive, parecidos.

El venezolano bateó 444 imparables en sus primeros 1,569 turnos en sus primeras cuatro temporadas en las Grandes Ligas, todas con los Twins de Minnesota. En ese periodo Gwynn bateó 559 imparables en 1,722.

En ese periodo ambos fueron ‘jiteros’. De los 444 imparables de Arráez, solo 14 fueron jonrones. Mientras, Gwynn dio 13 en sus primeras cuatro temporadas.

Fueron también regaderas, como le llaman en el béisbol a los bateadores que conectan para todos los lados del terreno. Y ambos fueron bateadores de ‘gap’; Arráez dio 77 dobles y Gwynn 54.

En promedio de bateo, Arráez bateó .300 o más en tres de sus primeras cuatro temporadas, al igual que Gwynn. Y logró un título de bateo en sus primeras tres temporadas, al igual que Gwynn.

Naturalmente, ambos se poncharon poco. Arráez abanicó 131 veces en sus primeros 1,569 turnos. En ese renglón, la relación de Gwynn fue de 93 en 1,722. Y tampoco recibieron muchos boletos gratis. Arráez sumó 137 en sus primeras cuatro temporadas versus 131 de Gwynn.