Varios integrantes de los Cangrejeros de Santurce, los Gigantes de Carolina y los Atenienses de Manatí se lanzaron temprano ayer al terreno de un parque de béisbol, algo rutinario en sus vidas.

Pero esta vez había algo distinto. Sus oponentes eran presidiarios y el parque estaba anclado dentro de una institución carcelaria.

¡Y, para colmo, cogieron una pela!

Jugadores profesionales celebraron ayer un singular compartir con los confinados del Complejo Correccional de Bayamón. La actividad es parte de los acuerdos entre la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente y el Gobierno, luego de recibir una inyección económica de 400,000 dólares que garantizó la celebración del actual torneo.

“Fue una actividad bien positiva. ¡Excelente! Ellos nos recibieron con los brazos abiertos. Es una experiencia que marcará la vida de cada uno de los que formamos parte de ella”, dijo el director de operaciones del organismo, Frankie Higginbotham.

“Fue una experiencia bien diferente”, dijo por su parte el segunda base y bateador designado de los Cangrejeros, Sergio Miranda. “Nunca había estado con personas confinadas y fue un compartir chévere. Los confinados nos decían que nuestra visita les servía de motivación y que les servía de mucha ayuda”, aseguró Miranda.

Al final de la visita, ambos bandos participaron en un juego de sóftbol donde los confinados salieron por la puerta ancha al derrotar a los profesionales, 10-3.

“En ese equipo de los confinados había muy buenos jugadores. Me atrevo a decir que muchos de ellos pueden jugar el en el sóftbol superior. Impresionaron con varias jugadas y no cometieron casi errores”, sostuvo Higginbotham.

Miranda, por su parte, aceptó que lo que cayeron en el parque del recinto penitenciario fueron palos, pero no precisamente de su equipo.

“Nos dieron palos. Jugaron muy bien y los pitcheos debajo del brazo nos amararon”, expresó entre risas Miranda.