El éxito de Edwin ‘Sugar’ Díaz ha llegado por el trabajo y la madurez
Mako Oliveras y José ‘Iche’ Santiago hablan sobre el taponero boricua que esta por convertirse en apenas el noveno en llegar a 200 rescates en sus primeras siete temporadas en el béisbol.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El dirigente de dirigentes de la pelota profesional puertorriqueña, Max, ‘Mako’ Oliveras, como amante del béisbol que es, y además como puertorriqueño, es uno de las personas de béisbol que más se está disfrutando la fenomenal actuación que ha tenido en el 2022 el naguabeño Edwin ‘Sugar’ Díaz con los Mets de Nueva York.
Oliveras habló con Primera Hora justo antes de sentarse a ver el partido del martes entre los Mets y los Reds de Cincinnati, un encuentro en el que Díaz pudo haber tenido la oportunidad de registrar su juego salvado número 200 en una carrera de solamente siete años. Pero no se dio.
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Con los 26 triunfos que le ha rescatado a los Mets esta temporada, Díaz está a punto de unirse a un grupo de solo ocho relevistas que tuvieron 200 salvamentos o más en sus primeras siete temporadas. En esa lista figuran Craig Kimbrel (256 en las primeras siete), Trevor Hoffman (228), Jonathan Papelbon (219), Dan Quisenberry (217), Mariano Rivera (215), Troy Percival (210) y Francisco Rodríguez (208) y Bobby Thigpen (200).
Rivera y Hoffman son integrantes del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Quisenberry está en el de los Royals de Kansas City. Francisco Rodríguez es reconocido como uno de los taponeros más exitosos de su época, y Kimbrel es uno de los más dominantes hoy.
“Yo estoy sumamente contento con eso de Sugar, porque hubo mucha gente que lo criticó cuando lo cambiaron de Seattle a los Mets. Hubo personas (específicamente en la radio) que dijeron que Nueva York le quedaba grande. Y ahora todo el mundo es fanático de Sugar”, manifestó Oliveras.
“Nada de lo que está haciendo me sorprende. En Seattle salvó muchos juegos, y cuando lo cambiaron a los Mets hubo gente que decía que no le quedaba ná. Pero la vida es como una rueda. Uno a veces está arriba y otras veces está abajo. Ahora está demostrando que es uno de los mejores relevistas del mundo”, afirmó Oliveras.
“Y su hermano (Alexis) va por va por el mismo camino”.
Oliveras opinó que a Díaz hay que verlo como parte de un grupo de relevistas elite de las Grandes Ligas y respetarle sus logros. Auguró que los salvamentos continuarán llegando porque para que Díaz salve un juego los Mets tienen que llegar a la novena entrada en ventaja (de tres carreras o menos), y los Mets del 2022 al momento tienen la segunda mejor marca en Major League Baseball.
“Él está haciendo lo que se le pide hacer. Salir a lanzar con la ventaja en la novena y cerrar el juego. Lo está haciendo a las mil maravillas. Ha ponchado a casi de la mitad de los bateadores que ha enfrentado”, agregó Oliveras, refiriéndose a que en el 2022 este ha retirado con una K al 47.9% de los rivales, cifra por encima del 38.6% que tiene en su carrera.
“Pero a Sugar le echo bendiciones, al igual que a su mamá, que siempre está pendiente a él y que me enteré de que ella sufrió mucho (con las críticas). Pero una persona que ha ayudado mucho a Edwin es Iche Santiago. Ese es a quien tú tienes que llamar”.
José ‘Iche’ Santiago es un loiceño que debutó en las Grandes Ligas en el 1997 con los Royals de Kansas City y fungió como relevista hasta el 2001, cuando fue enviado a los Phillies de Filadelfia. Con ellos lanzó el final del 2001 y la campaña del 2002 antes de convertirse en agente libre. Tiró una campaña con Cleveland y otra, precisamente, con los Mets de Nueva York. Ha sido coach de lanzadores en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) e integró el Equipo Nacional del Clásico Mundial de Béisbol en 2006.
Santiago, quien se encontraba en un ‘showcase’ de la academia de béisbol que mantiene en el municipio de Loíza, explicó que comenzó a trabajar con Sugar en el 2017, año en que registró 34 rescates para los Mariners de Seattle. Un año después, Díaz salvó 57 partidos, lo cual lo empató con Bobby Thigpen en la segunda mayor cifra para una sola temporada. La mayor es de Rodríguez, quien salvó 62 en el 2008.
Dijo que desde el inicio se enfocaron en su mecánica, y en que Sugar tuviera la habilidad de poder repetir sus lanzamientos.
“Eso llega con el trabajo y con la madurez. A través de los años él ha ido madurando y ya estamos viendo los resultados”, dijo Santiago, quien dijo que en el grupo de trabajo con Díaz también está Héctor Mercado, exlanzador profesional y coach de lanzadores de la pelota invernal boricua.
“Para mí es un orgullo de verdad ver lo que él está haciendo. No hay nada que me satisfaga más que ver a los lanzadores míos hacer el trabajo que están haciendo. Yo mismo estoy sorprendido con lo que está haciendo este año, porque es impresionante”, agregó Santiago, quien además trabaja con su hermano Alexis y con otro relevista que este año calladamente ha hecho un gran trabajo: Joe Jiménez, de los Tigers de Detroit.
Santiago indicó que una ventaja que Díaz podría tener es que, cuando empezó en liga menor con Seattle (2012), lo hizo como abridor, pero luego lo hicieron relevista, por lo que de acuerdo con Santiago “su brazo no tiene tanto millaje”.
Una de las costumbres del veloz taponero, según Santiago es llegar a la Isla en el offseason, tomarse dos o tres semanas de descanso y de inmediato comenzar a trabajar en su físico. Empieza con su entrenador físico y ya en diciembre comienza acondicionar el brazo y a tirar ‘bullpens’.
“Y cuando hacemos los ‘bullpens’ lo que nos concentramos es en su localización y en tirar strikes, porque él ya tira duro. Este año ha llegado a 103 millas. Pero todo se debe a la disciplina y a la ética de trabajo que tiene”, quien dijo que no le sorprendió que Díaz lanzara dos entradas hace unos días por que “él se prepara para eso”.
“Sugar recupera muy bien. Él trabaja su cuerpo muy duro. Y hemos trabajado para tirar strikes y, si te fijas, sus bases por bolas han bajado, y cuando eso sucede los números mejoran”, agregó Santiago al explicar que Díaz lanza un ‘slider’ y una recta de cuatro costuras que tiene su movimiento especial.
“La bola de él cuando llega al medio del plato tiene un ‘spin’ hacia arriba. Por eso es difícil darle a su recta, porque cuando la usa, la bola sube”, contó.
“Como pitching coach me siento muy orgulloso de él por sus logros. Sé que va a poner mejores números según pasen los años, siempre y cuando se proteja y no venga una lesión, y por eso le pedimos a Papa Dios. De verdad estoy muy orgulloso de las cosas que está haciendo este año y es impresionante verlo poniendo esos números…y a Puerto Rico en alto”, finalizó Santiago.