El primer pensamiento de Carlos Beltrán fue de desilusión, que se iba a perder el segundo juego de la Serie Mundial tras el fuerte impacto que sufrieron sus costillas al golpearse contra el muro del Fenway Park para despojarle un jonrón a David Ortiz en su debut en el clásico.

"Tenía pocas esperanzas", dijo el jardinero derecho puertorriqueño.

Pero Beltrán pudo recuperarse, bateó de 3-2 y remolcó una carrera en la victoria de 4-2 con la que sus Cardenales de San Luis vencieron el jueves a los Medias Rojas para nivelar la serie a una victoria por bando.

Un veterano de 36 años con 16 temporadas de brillante desempeño en las Grandes Ligas, Beltrán pudo disputar su primer partido completo de su primera Serie Mundial. La lesión sufrida el miércoles, en la que debió ser trasladado al hospital para que le tomasen una tomografía y radiografías, amenazaba con dejarle fuera de combate tras apenas dos innings de acción.

Hubo duda sobre su presencia hasta el último momento. Los Cardenales tomaron la decisión de ponerle como titular en su alineación, como segundo al bate.

"Tenía muchas ganas de jugar, con todo lo que he trabajado para llegar aquí", dijo Beltrán. "Me hubiesen tenido que matar para dejarme fuera de la alineación".

Para apaciguar el dolor durante cinco o seis horas, Beltrán fue inyectado con el analgésico Toradol previo el juego.

"Me imagino que mañana (viernes) me voy a levantar bien adolorido", dijo Beltrán.

Las frases de elogio de sus compañeros de equipo y el mánager Mike Matheny fueron elocuentes:

"Lo que hizo Carlos fue una demostración de mucho valor", afirmó su compatriota Yadier Molina, receptor de los Cardenales. "El que pudiera salir a jugar tras ese golpe es que todos admiramos".

"Carlos es un auténtico profesional", resaltó Matheny. "Sabe lidiar cuando no se siente al ciento por ciento, lo que probablemente no ha sido desde febrero. Pero es el tipo de pelotero que sabe sacar provecho de todo lo que tiene".

"Es un guerrero", añadió el infielder Daniel Descalso. "Era tan injusto que, después de esperar tanto, su Serie Mundial terminaría tan pronto. Iba a jugar sí o sí".

La pausa del viernes no puede caer en un momento más oportuno para que Beltrán pueda descansar, y luego afrontar el tercer juego en San Luis.

"Nos sentimos muy confiados con nuestras posibilidades. El nuestro es un equipo que lo hace muy bien en casa", señaló Beltrán, quien ahora acumula 38 impulsadas en 47 partidos de postemporada.