La inoportuna lesión de Javier Báez coincidió con la estrepitosa caída de los Cachorros de Chicago que los deja fuera de la postemporada por primera vez desde el 2015.

El 8 de septiembre, el puertorriqueño sufrió una pequeña fractura en el pulgar de la mano izquierda mientras se deslizaba a la segunda almohadilla. Desde entonces, los Cachorros tienen balance de 6-11, incluyendo una racha de nueve derrotas seguidas de cara a la serie final de la temporada contra los Cardenales en San Luis.

Las aspiraciones de los Cachorros, prácticamente, se esfumaron cuando los Cardenales barrieron la serie de cuatro juegos en Wrigley Field. Pero el miércoles oficialmente quedaron eliminados de la contienda por el comodín en la Liga Nacional cuando los Cerveceros de Milwaukee vencieron a los Rojos y, minutos después, Chicago cayó ante los Piratas.

Báez aprovechó su forzada pausa y viajó a Puerto Rico para pasar unos días de ocio con su familia. El campocorto conversó con su hermano Gadiel sobre la situación.

“Estaba bastante frustrado porque nadie quiere estar sentado en el banco y menos por una lesión”, compartió el intermedista de los Patrulleros de San Sebastián en el Béisbol Superior Doble A.

Durante el inoportuno resbalón, los Cachorros promedian tres carreras anotadas por juego. Báez es una de las bujías que movía el motor y su ausencia los dejó sin una pieza integral de la ofensiva. En 133 juegos, el boricua tuvo un promedio de .281 con 29 cuadrangulares, 85 remolcadas y 88 anotadas. Pero su valor también es palpable en otros aspectos.

Su energía en el terreno es inigualable y, además, contagiosa. El mánager Joe Maddon señaló que la lesión de Báez ocurrió en el momento menos oportuno.

“Es difícil perder a alguien con su carisma”, dijo Maddon a MLB.com. “Las cosas que él (Báez) hace para levantarnos cuando las cosas no están saliendo bien -la base robada, el extraordinario deslizamiento, la jugada, el cuadrangular- las cosas que Javy hace, había que encontrarlas en otro lugar”.

Al comenzar septiembre, los Cachorros tenían marca de 73-62, tres juegos detrás de los Cardenales en la tabla de posiciones de la División Central. No obstante, juegan para 11-13 en el mes final.

“No ganamos suficientes juegos”, respondió el guardabosque derecho Nicholas Castellanos. “Cualquiera que fuera la razón esta temporada. La realidad es que no ganamos suficiente”.

Báez intentó regresar a la alineación para un último, pero la eliminación significa que el puertorriqueño, Kris Bryant y Anthony Rizzo no verán más acción este año para comenzar el proceso de planificación para la próxima primavera.

La novena no serán la misma cuando los peloteros de junten nuevamente en Mesa, Arizona, en febrero de 2020. El contrato Maddon de cinco años expira tan pronto concluya la temporada el domingo. Por lo menos, el mencionado trío estará nuevamente en uniforme y eso debe ser razón de optimismo entre los seguidores de los Cachorros.