Naguabo. La pasada temporada fue atípica para el cerrador puertorriqueño de los Mets de Nueva York, Edwin “Sugar” Díaz, quien volvió a sonar las trompetas después de estar un año fuera por el desgarro completo del tendón rotuliano de su rodilla derecha, que sufrió en el Clásico Mundial de Béisbol de 2023.

En su regreso al montículo, Díaz considera que tuvo una buena campaña, pues aunque con altibajos, culminó con una efectividad de 3.52, con 84 ponches, 20 bases por bola y 20 juegos salvados en 53.2 entradas lanzadas.

Y es que hubo momentos en los que se reportó que los Mets evaluaron otras opciones para cerrar sus juegos, ya que el naguabeño había desperdiciado varias ventajas. Sin embargo, Díaz eventualmente recuperó su ritmo y, en octubre, era quien estaba encargado de esta tarea como de costumbre.

Para evitar una experiencia similar en la próxima campaña, el taponero se propuso aumentar 12 libras en masa muscular durante la temporada muerta para volver a tener el físico que tenía antes de su operación.

“Estamos saludables, que es lo más importante. Mi meta era subir 12 libras desde que llegué a Puerto Rico y, gracias a Dios, no tuve que esperar a enero para llegar a ese peso. El jueves me pesé y pesaba 212 libras, que era la mi meta. Me he enfocado mucho en mi entrenamiento con mi preparador físico, ya que el año pasado vine de la lesión. Fue un año muy bueno, no lo considero malo, pero la mentalidad que tengo es mantenerme saludable el próximo año para ayudar al equipo porque tenemos mucho talento, que es capaz de ganar la Serie Mundial”, expresó Díaz en una entrevista con Primera Hora durante la reinauguración del parque de béisbol del barrio Daguao, en Naguabo, por la Fundación La Mákina de José Berríos.

De acuerdo con el lanzador, de 30 años y 6′2″ de estatura, este aumento de peso le ayudará a prevenir las dolencias con las que lidió en la pasada temporada, las cuales causaron que el mánager de los Mets, Carlos Mendoza, limitara su partición en los playoffs, algo que quisiera impedir en el 2025.

“Esto me va a ayudar dándome más durabilidad para mantenerme más saludable. El año pasado me lastimé el hombro un poquito durante la temporada porque estuve el 2023 fuera y no es lo mismo cuando uno regresa. Traté de acelerar mi proceso de recuperación para estar con el equipo y me lastimé, pero, gracias a Dios, terminé la temporada fuerte”, contó.

“La masa muscular me va ayudar a ser más duradero. Al final de los playoffs de este año, solo lanzaba dos entradas. No quiero llegar a ese momento en los playoffs en el que solo tiro dos entradas. Si el equipo me necesita desde temprano, quiero tener el cuerpo y estar lo suficientemente saludable para poder hacerlo. Después que yo esté saludable, mis números van a estar ahí, y haré lo que siempre he sabido hacer”, abundó.

No es para menos la confianza de Díaz, ya que en 2022, antes de su lesión, tuvo una de sus mejores temporadas en las Grandes Ligas, acumulando una efectividad de 1.31, con 118 bateadores retirados por la vía del ponche, 18 boletos regalados y 32 salvamientos en 62 innings lanzados.

Por esto, fue premiado ese años por los Mets con un jugoso contrato de cinco campañas y $102 millones, el acuerdo más grande para un relevista en la historia de las Mayores.

Por otra parte, el boricua relató que ha estado trabajando en la temporada muerta en un ‘slide step’, un movimiento que implica dar un paso rápido hacia el plato, en lugar de levantar la pierna como normalmente haría un lanzador, para aguantar corredores y prevenir que roben bases.

“Estoy trabajando eso con Héctor Mercado, que es nuestro pitching coach acá en Puerto Rico. Hasta ahora, se ve de lo más bien. Yo siempre acostumbro a levantar mi pierna bien alta, pero, con la regla nueva, cuando tienes corredores en base te puedes girar solo dos veces. Si en la tercera te giras y no lo coges de out, le dan una base. Hay que hacer ajustes en el juego y tengo que prepararme para todo eso”, concluyó.