Esteban Pagán RiveraMiami. Mientras recorre el Marlins Park, Edwin Rodríguez siempre se encuentra algún conocido. Ya sea en los pasillos o en el mismo campo, el dirigente de la novena de Puerto Rico saluda a personal de seguridad, oficiales de Grandes Ligas o hasta a los periodistas de la ciudad de Miami, quienes lo saludan efusivamente.

Es evidente que el ponceño dejó su huella en la ciudad de Miami. En el 2010, los Marlins le dieron la oportunidad de ser el primer dirigente puertorriqueño en las Grandes Ligas tras el despido de Fredi González. Pero, en el 2011, presentó su renuncia en medio de una mala racha y muchos factores de presiones interna en la organización de los que nunca ha querido hablar públicamente.

Ayer, en tanto, Rodríguez se preparaba para dirigir su primer partido en el nuevo Marlins Park, una instalación que abrió el año pasado y que pudo haber llamado su hogar.

“Me siento raro porque no siento nada”, confesó Rodríguez a preguntas de Primera Hora sobre las sensaciones de volver a dirigir en Miami.

“Va a ser otro parque en el cual voy a estar dirigiendo. Pero sí, es emocionante dirigir aquí, en un parque nuevo, es interesante volver aquí”, añadió el dirigente de 52 años y quien hoy labora con la organización de los Indios de Cleveland.

“Sobre los Marlins, tuve la oportunidad de hablar con David Samson, presidente del equipo. Tuvimos una conversación muy buena ayer (lunes). Me visitó a la oficina, fue un gesto muy profesional”, expresó Rodríguez, quien lamentó que el equipo haya terminado la pasada temporada en el último lugar de la División del Este y que procedieran a desmantelar la plantilla.

“Sé que el esfuerzo estuvo el año pasado. No sucedió por las razones que sean. Pero yo creo que esta organización ha demostrado a través de los años que puede reagruparse”, destacó.

Uno de los más queridos

Rodríguez asumió el cargo en junio del 2010, tras el despedido de González, y acumuló marca de 46-46 el resto del año. Regresó para la temporada 2011, pero un desastroso mes de junio, en el cual los Marlins perdieron 18 de 19 partidos, desencadenó en su renuncia.

Pero pese al poco tiempo que estuvo al frente de los peces, el respeto que se siente en esta ciudad por Rodríguez es evidente.

“Si no es el dirigente más decente y caballeroso que han tenido los Marlins, está entre los primeros”, destacó el periodista Aurelio Moreno, del diario El Sentinel, quien cubrió a Rodríguez en su tiempo como dirigente.

“(Rodríguez) renunció para evitar problemas. Era difícil despedirlo por su condición humana. El equipo no estaba jugando bien y él, al ser tan popular, era difícil despedirlo. Pero él, por su altura como persona, entendió que era lo correcto renunciar”, sostuvo Moreno.

La impresión de Moreno, sin embargo, es un poco contraria a lo que han expresado en ambientes beisboleros en Puerto Rico personas allegadas al béisbol ligamayorista. Muchos han sido los que han dicho que Rodríguez renunció para evitar problemas con la gerencia de los Marlins, en especial el dueño del equipo, Jeffrey Loria, quien varias veces ha sido acusado de querer dirigir el equipo desde su puesto de propietario. Así le pasó antes con el actual dirigente de los Yanquis, Joe Girardi, a quien despidió a pesar que este ganó el premio de Dirigente del Año en la novena.

Sin embargo, Jorge Ebro, periodista de El Nuevo Herald, considera que la renuncia de Rodríguez no tuvo que ver con diferencias internas con Loria.

“Rodríguez no las tuvo (diferencias) porque él era tan buena persona y estaba agradecido con Loria por la oportunidad que le dio: lo hizo el primer dirigente puertorriqueño en las Grandes Ligas. Yo creo que incluso Rodríguez renunció por lo honesto que era consigo mismo”, concluyó Ebro.