Como todo beisbolista, el sueño del viequense Edwin Encarnación siempre fue jugar en las Grandes Ligas. Lo que jamás imaginó este joven pelotero era que terminaría como una estrella en el béisbol en Europa.

Y le ha ido tan bien que hasta quieren naturalizarlo para que pueda vestir el uniforme de la Selección Nacional de España.

Encarnación, de 25 años, vive feliz al otro lado del Atlántico, en Islas Canarias, y milita como tercera base de los Marlins de Tenerife en la Liga de División de Honor española.

Aunque su primer deporte fue el baloncesto, lo que comenzó como un pasatiempo en los parques de pelota de la Isla Nena se convirtió en su pasión.

“El béisbol fue pura casualidad: en un parque de pelota para pasarla bien, como todo niño. Y ya luego me hice aficionado”, contó Encarnación vía telefónica desde la ciudad de Puerto de la Cruz, en Tenerife.

Para un viequense, jugar a nivel aficionado es un poco más sacrificado.

“Me pasaba casi todo el tiempo viajando. La mayoría de los equipos eran de la ‘isla grande’. Jugué con la Doble A Juvenil de Fajardo, en Carolina, y así pasé la juventud, viajando a Puerto Rico a jugar béisbol”, expresó el pelotero.

Su buen juego lo llevó a jugar a nivel colegial en Estados Unidos, primero en una universidad de Texas, y luego en Graceland, Iowa.

“En Iowa la experiencia fue positiva. Vi mejoras, en cuestión del inglés, que me costó muchísimo. En el béisbol, me sentí súper cómodo y me quedé ahí mis cuatro años. Mejoré un montón”, dijo el boricua, quien a través del béisbol completó un bachillerato en salud y bienestar.

Béisbol profesional

Una vez se graduó, su primera opción era jugar en alguna liga profesional en Estados Unidos.

A pesar de su experiencia en el béisbol Doble A de Puerto Rico, liga en la que jugó mientras estudiaba, viajando a la isla durante los fines de semana, las opciones eran muy pocas para establecerse como profesional.

Pero Encarnación no se paralizó y, “por curiosidad”, él mismo se encargó de establecer los contactos para abrirse paso en el béisbol europeo.

“Empecé a buscar oportunidades por acá (en Europa) y ya que no pude jugar en una liga profesional en Estados Unidos, empecé por acá vía tryouts. Tuve la oportunidad con el equipo campeón de España, el Tenerife Marlins”, expresó el beisbolista quien también tuvo oferta de juego del club Barcelona aunque prefirió el de Tenerife por ser el campeón de la liga.

En su primera temporada en el béisbol español, Encarnación tuvo un promedio de bateo de .298 con un cuadrangular. Sin embargo, ese jonrón lo conectó en el partido que le dio el campeonato a su equipo.

“Si te soy sincero, este año no me fue muy bien, ya que como no conozco muy bien la liga, no conozco muy bien el pitcheo. Me costó un poquito adaptarme. Pero me mantuve. Traté de mejorar cada día y esperamos que el año que viene nos vaya mucho mejor”, dijo con humildad.

“Tuve mis momentos también durante la temporada, con batazos importantes en el momento adecuado, que creo que le di ese apoyo al equipo en el momento en que tenía que darlo. Tú sabes, los boricuas damos el palo en el momento preciso”, añadió entre risas.

Los Marlins de Tenerife, además de ganar el título de la Liga, se llevó también la Copa del Rey.

En un país donde el fútbol es el Deporte Rey, Encarnación asegura que, a pesar de que no hay mucha afición, el nivel del béisbol es bueno.

“Hay nivel. Hay mucho veterano que ha jugado profesional en Estados Unidos, en Venezuela, en Santo Domingo (República Dominicana)”, contestó.

Sobre todo, Encarnación destaca que es feliz donde está y le gustaría llevar el mensaje a los jóvenes peloteros de que hay béisbol más allá de las Grandes Ligas.

“No nos damos cuenta que hay otras puertas abiertas. Es cuestión de ir tocando puertas, moverse y seguir probando cosas nuevas. No todo es las Grandes Ligas. En el mundo hay diferentes ligas para jugar al béisbol. Si a ti te gusta y sientes pasión por el béisbol, tú vas a ir dondequiera”, expresó.

El impacto del joven viequense en el béisbol español fue tal, que estuvo cerca de participar en el pasado Clásico Mundial de Béisbol, pero con una camiseta distinta a la de Puerto Rico.

“Tuve la suerte que el dirigente de mi equipo está con la selección de España; entonces, como es mi primer año y por cuestiones de papeles, no tuve la oportunidad. Pero vamos con miras a eso en un futuro, de representar a España, pero en el corazón amo a Puerto Rico”, explicó al separar la nacionalidad de la competencia deportiva.

Hogar en otra isla

No es casualidad que Encarnación se sienta tan a gusto en Tenerife. En términos económicos, cobra cerca de 1,000 euros ($1,312) mensualmente en su año de novato, de lo que, dice, “no me puedo quejar, se vive bien por acá”.

Además, los canarios tienen muchas similitudes con los caribeños.

“La adaptación fue rápida. Tenerife, como Europa, tiene de todo. Tiene ciudad y tiene playa”, dijo el joven que ha vivido en ciudades como Iowa, Kansas City y Madrid.

Encarnación está tan a gusto en Tenerife que actualmente, aunque la temporada acabó en julio, se quedó por allá, donde se mantiene entrenando.

Sus planes inmediatos son firmar un contrato multianual con el mismo equipo.

“Como me ha gustado la liga –pienso que es competitiva– me gustaría quedarme mucho más tiempo aquí”, dijo el tercera base de los Marlins de Tenerife.

¿Y extrañas algo de Puerto Rico?

“Sí... mi familia... y el arroz con pollo de casa”, concluyó.