La llegada de Mileiddy, Raydieliz y Lucas a Minnesota fue el combustible que el jardinero Eddie Rosario necesitaba para tener una monumental explosión ofensiva en su regreso a la alineación de los Mellizos tras un día de descanso. 

Según ESPN Datos, Rosario es el primer jugador en los últimos 100 años en conectar tres cuadrangulares y cuatro inatrapables en un juego, ocupando el noveno puesto en la alineación. 

En el juego del martes, el boricua fue el verdugo y sepulturero de los Marineros de Seattle en la victoria, 20-7, de los Mellizos. Fue el primer desafío con más de dos jonrones para Rosario en su carrera en las Grandes Ligas.

 Bateó de 5-4 con cinco carreras remolcadas y otras tres anotadas.

 “Sentía que iba a ser un gran día”, dijo Rosario a Primera Hora, por vía telefónica, ayer antes del tercer partido de la serie ante Seattle. 

 “Mis hijos llegaron a Minnesota ayer (el martes) y me sentía relax. Estaba feliz y enfocado en el juego”, continuó Rosario.

 Rosario le cogió la medida al abridor Christian Bergman y le conectó cuadrangulares en sus primeros dos turnos en la segunda y tercera entrada.

 Posteriormente, le conectó un sencillo a Casey Lawrence en el quinto episodio y le dio su último cuadrangular al receptor Carlos Ruiz -quien fue usado como relevista- en el penúltimo acto. 

Con su actuación, Rosario vuelve a escribir su nombre en un renglón de la historia del béisbol puertorriqueño. Según Jossie Alvarado, historiador y autor del libro Puerto Rico en las Grandes Ligas, Rosario es el undécimo boricua en conectar tres o más cuadrangulares en un partido en la Liga Americana.

“Ya para el segundo jonrón, lo único que pensaba era: ‘sigue así. Deja que el juego te hable, que la bola venga a ti’”, recordó Rosario.

 Con esas palabras, Rosario demuestra que está siguiendo el principal consejo que le brindó su dirigente Paul Molitor en esta temporada.

“Estamos tratando de incitarlo a que deje que el juego venga a él. Él es un jugador agresivo y fuerza las cosas a veces. Cuando tienes buenos lanzamientos para batear, puedes hacer mucho daño”, aseguró Molitor al diario Star Tribune al fin del partido.

Lucha para tener más consistencia 

 A pesar de que tuvo una gran noche, Rosario no para de buscar la manera de mantenerse consistente en cada partido durante su tercera temporada en las Grandes Ligas.

El jugador, de 25 años, tiene promedio de bateo de .264 con ocho dobles, ocho cuadrangulares y 20 carreras remolcadas en 57 partidos.

“Hay semanas en las que uno está bien caliente y en otras semanas en las que no. Eso es parte del juego. Pero estoy tratando de que la producción se mantenga más estable. Quiero que cada turno al bate sea de calidad”, explicó Rosario, quien debutó en las Mayores el 6 de mayo del 2015.

La confianza es un ingrediente esencial para el éxito de un jugador en el mejor béisbol del mundo y Rosario lo tiene muy presente.

 “No es mucho lo que se puede hacer cuando no hay confianza. Por más que practiques, si no confías, vas a tener muchos problemas. Trato de no perder la confianza en mi juego. Cada vez que salgo, tengo presente todo lo que puedo hacer. Salgo a darlo todo con la frente en alto”, manifestó Rosario, oriundo de Guayama.