Houston. El mánager de los Astros de Houston Dusty Baker se reincorporó el jueves al equipo, justo para el cierre de una serie contra los Rangers de Texas, tras perderse cinco juegos al dar positivo por COVID-19.

Baker, de 73 años, dijo que en ningún momento se sintió mal y que padeció síntomas leves que atribuyó a alergias previo a dar positivo.

“Soy alguien muy afortunado porque tenía mis dos vacunas y los dos refuerzos”, dijo. “Así que le pido a todos que vayan a vacunarse y recibir las dosis de refuerzo, porque si te contagias (con COVID-19)), que sea algo leve como fue mi caso”.

Baker arrojó positivo el viernes cuando el equipo estaba de gira en Cleveland. Se aisló en su habitación de hotel durante todo el fin de semana y no regresó a Houston con el equipo la noche del domingo.

Viajó a Houston en un avión privado el lunes, pero no fue hasta el jueves que recibió el aval para regresar a la cueva.

Inicialmente, Baker recibió de buena gana el descanso, ya que no tuvo un solo día libre durante la pausa del Juego de Estrellas al tocarle ser el piloto del equipo de la Liga Americana. Después de unos cuantos días, empezó a aburrise.

“Escuchaba música todo el día, viendo televisión, hablando por teléfono y poniéndome al día con varias cosas”, dijo. “No soy de aburrirme, pero después de cinco o seis días quieres salir”.

Se mantuvo al tanto de los Astros equipo mirando los juegos por televisión y manteniéndose en contacto constante con el coach de banca Joe Espada, quien dirigió al equipo durante su ausencia. No pudo ver un juego — la derrota 1-0 ante Cleveland el domingo — ya que fue transmitido por la plataforma de streaming Peacock y no supo cómo programarlo en su habitación de hotel.

No se enojó, ya que aprovechó el tiempo extra para ver un documental sobre Bob Marley en Netflix mientras seguía los pormenores del juego en su teléfono.

Los Astros, que amanecieron con balance de 71-41 y empatados con los Yankees por el mejor récord de la Liga Americana, tuvieron saldo de 2-3 sin Baker.