Don Toño Feliciano celebra entre familiares y amigos los 100 años de vida, deporte y servicio
Deportista por excelencia, el ponceño celebra este día de Nochebuena un siglo de enormes satisfacciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El sábado es 24 de diciembre, día de Nochebuena cuando las familias puertorriqueñas se reúnen para celebrar la llegada de Jesús.
Pero en Ponce, la Nochebuena del 2022 reviste una celebración que además de espiritual está marcada por un gran asterisco en el calendario deportivo.
El calendario señala que llega el día en que cumple 100 años el deportista boricua y ciudadano ejemplar de Ponce, don Toño Feliciano. Bautizado como Luis Antonio Feliciano Limardo, nació el 24 de diciembre del 1922 en la calle 5 del barrio Bélgica de la Perla del Sur. Sus padres fueron Laura Limardo y Benigno Feliciano.
Y el sábado está de fiesta en la ciudad que lo vio nacer, tan vivo, claro y humano como siempre.
Así se notó el jueves, cuando recibió una llamada de este diario en su oficina de Contador Público Autorizadado (CPA) en la avenida Las Américas de Ponce. Tenía la voz segura de un dirigente, las ganas de vivir invictas, esperando el sábado como si fuera de juego de campeonato.
“Quiero continuar compartiendo y sirviéndole a Dios. Soy evangélico y quiero seguir sirviéndole. Quiero seguir compartiendo con los hermanos del deporte, que muchos son como hijos míos, por cuantos años sea necesario”, dijo.
¡Amén!
Don Toño es una leyenda del Béisbol Superior Doble A, que le dedicó su pasado torneo, así como del Sóftbol Superior. Es el único jugador vivo que vio acción la primera temporada del Béisbol Superior en el 1940, así como del recordado equipo Utuado Stars del 1942. Dirigió a los campeones Poetas de Juana Díaz en el 1956 y a los Polluelos de Aibonito en el 1966. Dirigió en Doble A a cinco futuros jugadores de Grandes Ligas, entre los que se destaca ‘El Pelotero de Puerto Rico’: José ‘Cheo’ Cruz.
Jugó softbol y fue dirigente también. Dirigió cinco campeonatos de los Leones de Ponce y fue dirigente nacional en los Juegos Panamericanos del 1979 en San Juan, en donde llevó al equipo a la medalla de bronce. También dirigió a la Selección en Campeonatos Mundiales y otras competencias regionales y continentales.
Y como si todo eso no fuera suficiente, fue uno de los organizadores de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Ponce 93.
“El Colegio (de CPA) me hizo un reconocimiento en la convención de Río Grande este año. Para mí eso es lo más grande. Y el Béisbol Superior también me dedicó la temporada de este año. Ha sido un año lleno de bendiciones, de muchas satisfacciones”, dijo.
Contó que desde varios puntos de Estados Unidos llegan tres de sus cuatro hijos con sus nietos para celebrar sus 100 años. Se quejó de que sus hijos no le han dejado ser parte de la organización de la fiesta familiar.
Los hijos que llegan se unirán acá con el resto de la familia, como su hijo que reside en Puerto Rico, para celebrar en núcleo al centenario del patriarca de los Feliciano Benítez. Su hijos son Luis Antonio, Miguel, Juan Carlos y Ricardo. Su esposa es Laura Benítez. Y los nietos llegan a ocho en total.
“Esa es la bendición más grande que me ha dado Dios. Tengo cuatro varones y ocho nietos. Los hijos míos también me tienen una fiesta en conjunto”, dijo.
Y agregó que en el parque de sóftbol de Los Caobos, un grupo de amigos del deporte le tienen organizado el sábado, a la 1:00 p.m., una fiesta de cumpleaños para la que reunirán jugadores compañeros suyos y atletas a los que dirigió.
La actividad la organizan amigos de la Fundación Poncelada, como el exjugador y presidente federativo de sótbol, así como jugador nacional de voleibol, Rafy Serrano, y el experiodista y abogado José Enrique ‘Quique’ Ayoroa Santaliz.
La sede de la fiesta es simbólica porque el parque de sóftbol de Los Caobos fue sede de los Leones, que marcaron una era en el deporte federativo con 14 campeonatos consecutivos, cuatro de los cuales fueron dirigidos por don Toño.
No quiso mencionar quiénes estarán en la fiesta de Los Caobos, porque “son tantos que no quiero dejar a ninguno fuera”. Pero allí los espera ver, guante en mano, para recibir el lanzamiento de honor como receptor que fue en sus tiempos.
“Ese parque me trae muchos recuerdos. Van a estar allí todos esos muchachos a los que considero mis hijos, además de algunos peloteros con los que jugué en mi juventud”, dijo.
En fin, que el sábado se celebra por partida doble en Ponce: desde el norte llegan los hijos y nietos de don Toño Feliciano para ofrendarle con regalos y en el parque de Los Caobos, sus amigos le esperan para redirle tributo.