Brian Flores afirmó que no desistirá de su demanda contra la NFL por presuntas prácticas racistas de contratación, incluso si le nombran para llenar un vacante de entrenador para la próxima temporada al considerar que la liga necesita cambiar.

Flores cumplió entrevistas con los Texans de Houston y los Saints de Nueva Orleáns para sus vacantes de entrenador. Si le llaman, Flores dijo que valorará sus ofertas, pero que la demanda seguirá su marcha.

“El objetivo de esto es cambiar las prácticas de contrataciones en la Liga Nacional de Fútbol Americana, de eso se trata esta demanda”, dijo Flores el miércoles a CNN. “Quiero dirigir un equipo de fútbol americano, y esa es mi misión”.

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Flores radicó la demanda el martes ante un tribunal federal en Manhattan. Pretende constituirse como una demanda colectiva por daños no especificados que se atribuyen a la liga, los Dolphins, los Broncos de Denver y los Giants de Nueva York, junto con individuos no identificados.

El estratega de 40 años fue despedido el mes pasado por Miami tras conducir a los Dolphins a una marca de 24-25 en los tres últimos años. Cerraron con foja de 9-8 en su segunda campaña seguida con saldo positivo, pero no pudieron clasificarse a los playoffs durante su etapa.

Flores dijo que sabe de otros colegas con experiencias similares y que abrir la boca es muy difícil. Indicó que su potencial sacrificio va más allá del fútbol americano o el trabajo como entrenador.

“Seguiremos con lo mismo o tomaremos otra dirección y tener algún tipo de cambio, en realidad cambiar las actitudes de los que toman las decisiones al contratar a coaches, ejecutivos, etcétera”, dijo Flores a CBS. “Ese debe ser el objetivo. Tenemos que cambiar actitudes”.

Según la demanda, el dueño de los Dolphins Stephen Ross le dijo a Flores que le pagaría 100.000 dólares por cada derrota durante su primera temporada, debido a que quería que el equipo “tocara fondo” para poder conseguir la selección más alta en el draft

La demanda alega que Ross presionó a Flores para reclutar a un prominente quarterback, violando las reglas de manipulación de la liga. Y cuando Flores se negó, fue catalogado como “el hombre negro molesto” con el que es difícil trabajar y fue ridiculizado hasta que se le despidió, dice la demanda.

Flores dijo que mantuvo charlas con el gerente general Chris Grier en las que supo que Ross estaba enojado porque Miami estaba comprometiendo su orden de selección en el draft al ganar demasiados juegos. Flores también dijo que conversó varias con Ross, quien le indicaba que el equipo no necesitaba ganar en ese momento y el entrenador estaba bajo contrato.

“No es algo que vas a inventar”, dijo Flores sobre las conversaciones.

Lo que provocó que Flores presentase la demanda fue un intercambio de mensajes de texto con Bill Belichick, el entrenador de los Patriots de Nueva Inglaterra, tres días antes de una entrevista pautada por el puesto de los Giants. Flores asumió que Brian Daboll había sigo designado de antemano.

“Fue humillante”, dijo Flores, de ascendencia hondureña. “Había incredulidad, enojo y diversas emociones. Por ello interpusimos la demanda”.

La NFL, Dolphins, Broncos y Giants han negado las acusaciones de Flores. En un comunicado, la liga dijo que se defenderá “contra estas aseveraciones, que no tienen mérito”.

Flores entiende que la demanda podría impedirle volver a dirigir en la NFL.

“Eso me da confianza que hemos tomado la decisión correcta y que necesitamos seguir peleando por ese cambio”, dijo Flores.

De acuerdo con la demanda, el trato que Flores recibió de parte de los Giants es típico de cómo se maneja la “Regla Rooney” durante las últimas dos décadas.

La regla, nombrada en honor a Dan Rooney mientras fue director del comité de diversidad, fue creada para dar oportunidad a candidatos de minorías de ser entrenadores en jefe y compensar a los equipos que promuevan su desarrollo.

Desde que la “Regla Rooney” entró en vigencia, 27 de las 127 plazas de entrenador en jefe fueron cubiertas por minorías. Este año, individuos de raza blanca ha ocupado las primeras cuatro de nueve vacantes de entrenador en jefe.

De acuerdo con la demanda, solamente uno de los 32 equipos de la NFL emplea a un entrenador en jefe negro, sólo cuatro tienen a un coordinador ofensivo negro y 11 tienen como coordinadores defensivos a personas afroestadounidenses.