De Cidra a la tarima del béisbol Mundial
Sara Loarte fue parte integral en la creación del Clásico Mundial de Béisbol y muchos otros logros internacionales de Major League Baseball.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El Clásico Mundial de Béisbol que acabamos de comenzar a ver no estaría sucediendo sin la aportación y las ideas de una mujer cidreña que escaló a altas posiciones en la organización de Major League Baseball (MLB), siguió su camino y aún es una de las consultoras más solicitadas de esa organización y sus equipos.
En el 1991, cuando se unió a MLB, Sara Loarte sabía que entraba a un mundo en el que la mayoría de las posiciones de poder y de toma de decisiones estaban ocupadas por hombres. Sin embargo, dice que no se enfocó en lo negativo, dejó claras en su mente las metas profesionales que tenía y aprovechó las puertas que se le abrieron en el camino.
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, así como del Clásico, Loarte repasó una larga carrera ligada al deporte que aún continúa, aunque en el contexto de asesoría y consultoría.
“Yo me crié en el Bronx, y recuerdo que mi familia me llevaba a los juegos de los Yankees. Creo que ahí fue cuando comenzó el entusiasmo y el conocimiento del deporte, pero nunca pensé que iba a formar parte de la parte del negocio del béisbol”, dijo la ejecutiva de 53 años.
“Creo que fue una oportunidad que me surgió. Crecí con la liga. Empecé como secretaria del asesor legal de la liga y luego me desarrollé en el área internacional de negocios y se me dio la oportunidad de correr el área de América Latina. Y fui la primera hispana de más alto rango en ese momento en la liga”, agregó Loarte, quien trabajó directamente para MLB entre 1991 y 2004.
Desde esa posición, Loarte formó parte del grupo ejecutivo de MLB que le dio forma a lo que hoy conocemos como el Clásico Mundial de Béisbol. Y aunque ya no formaba parte de MLB cuando se estrenó el evento global, estuvo involucrada como asesora en la ejecución del evento en 2006, 2009, 2013 y en los torneos clasificatorios del 2015.
“Cuando desarrollamos el concepto eran como unas olimpiadas del béisbol. Pensé que esta plataforma sería el momento más importante para el béisbol, porque no solamente ayudaría en el desarrollo del deporte y la relación con los fanáticos en los países en que hay béisbol, sino que también ayudaría en los países en los que el béisbol se está desarrollando”, dijo.
Pero Loarte no se quedó ahí. También fue parte de la organización de los primeros juegos de MLB en México ( 1996) y participó en el desarrollo de la visita de los Rangers de Texas y los Blue Jays de Toronto al Hiram Bithorn para abrir la temporada de 2001.
Como si fuese poco, fue parte integral de la estadía de los Expos de Montreal en Puerto Rico por dos años (2003 y 2004). También ayudó en la organización de una serie de entrenamientos primaverales de los Yankees de Nueva York en Panamá (2014), en el clasificatorio de 2016 para el Clásico en Ciudad de Panamás y en otras series de entrenamientos primaverales de los Padres y los Astros en Ciudad de México en 2016, entre otras cosas.
“Pero la participación en el Clásico Mundial es como el cherry encima del bizcocho. Ha sido muy especial ver esos momentos clave y haber sido parte de ese proceso”, dijo.
El de 2006, en específico, es el que más importancia tiene.
“Para mí fue un orgullo. Uno de los momentos más grandes de mi carrera. Tener la oportunidad de darle exposición a tu Isla a nivel global, para mí es un momento que nunca olvidaré. Muy especial”.
Al momento y desde hace siete años, Loarte es presidenta de Infinity Global una empresa que ayuda a organizaciones, marcas y clubes deportivos a desarrollar su ‘branding’ y mercadeo en Estados Unidos. Actualmente es la principal asesora de los Marlins de Miami en su esfuerzo de llevar la Serie del Caribe al Loan Depot Park para su edición del 2024.
Ha sido exitosa en su carrera y ha disfrutado sus logros, pero no fue fácil.
“Hasta hoy en el deporte hay muchos hombres en posiciones de responsabilidad alta y de toma de decisiones. Cuando estaba subiendo en la liga (MLB) siempre pensé que si uno trabaja duro te van a dar la atención que ameritas y las oportunidades”, contó.
“Yo me puse muy clara sobre mis objetivos, sobre cómo yo quería crecer profesionalmente, porque verdaderamente había muchas puertas cerradas. Y al final del día traté de cambiar eso lo más posible y ayudar a otras mujeres que estaban entrando en la liga. Las apoyaba también, porque eso es muy importante”.
Ayudar a las mujeres que puedan venir después siempre ha sido algo que ha tenido alto en su lista de prioridades “especialmente las latinas. Nosotros no siempre tenemos las mismas oportunidades. Así que si estoy en una posición de ayudar a otras mujeres lo voy a hacer. Y he visto los frutos de eso”.
A las mujeres que se abren paso en el deporte, o en cualquier otro ámbito, les aconsejó que “nunca acepten un no. Siempre hay posibilidad y siempre hay una manera de hacer las cosas. Quizás una puerta no abre, pero la próxima sí. Pero cuando uno tiene algo en el corazón hay que trabajar duro y buscar la manera”.
“Siempre hay personas que ayudan a una en el proceso y creo que es muy importante que la mujer tenga un espacio en el deporte porque nosotras vemos las cosas de una manera diferente que quizá puede brindar más crecimiento, más desarrollo y vamos a complementar todo lo que se ha hecho”, concluyó.