Nueva York. Darryl Strawberry conectó 335 jonrones en su carrera, fue seleccionado ocho veces al Juego de Estrellas y ganó cuatro anillos de la Serie Mundial.

Sin embargo, una derrota en octubre todavía lo persigue.

“Nunca superé lo del 1988″, dijo el extoletero.

Strawberry, por supuesto, estaba recordando la memorable Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1988, cuando su equipo, los favoritos Mets de Nueva York fueron derrotados por un valiente equipo de los Dodgers de Los Ángeles en siete tensos juegos.

Fue una derrota desgarradora para Dwight Gooden y un gigante ultra talentoso equipo de los Mets que había estado amenazando con construir una dinastía bajo el mánager Davey Johnson después de ganar la Serie Mundial de 1986. En la costa opuesta, se convirtió en el penúltimo capítulo de una historia de Cenicienta escrita por Orel Hershiser, Kirk Gibson y el capitán y miembro del Salón de la Fama, Tommy Lasorda, cuando esos Dodgers, que no eran favoritos, también sorprendieron a los poderosos Athletics de Oakland en el Clásico de Otoño para coronar una de las temporadas más celebradas en la historia de la franquicia.

“Tuvimos un poco de magia que nos dejó sin aliento, ¿sabes?”, dijo Mickey Hatcher, un jugador de cuadro y jardinero de esquina de Los Ángeles.

Al encontrarse nuevamente 36 años después para decidir otro banderín, los Mets y los Dodgers juegan esta noche el sexto juego de Serie de Campeonato de la Liga Nacional en Los Ángeles. Shohei Ohtani y los Dodgers tenían una ventaja de 3-2 en la serie al mejor de siete. El ganador se enfrentará a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial que comienza el viernes.

Strawberry estuvo presente el miércoles pasado en el Citi Field para lanzar el primer lanzamiento ceremonial a Gooden antes del Juego 3 contra los Dodgers.

“Espero que los Mets se venguen por aquel revés del 1988″, dijo Strawberry, quien también jugó para los Dodgers de su ciudad natal de 1991 a 1993 y ayudó a los Yankees a ganar tres títulos de la Serie Mundial de 1996 a 1999.

Con varias de las mayores estrellas del béisbol en exhibición representando a dos grandes mercados mediáticos, la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1988 presentó un poco de todo, incluido el relevista de los Dodgers Jay Howell, que fue expulsado en el tercer juego en el Shea Stadium y luego suspendido por tener alquitrán de pino en su guante.

El punto de inflexión llegó en el cuarto juego, cuando Gooden tomó una ventaja de 4-2 a la novena entrada con Nueva York a tres outs de abrir una ventaja de 3-1 en la serie. Pero concedió una base por bolas al lanzador John Shelby, que terminó su carrera de 11 años con un porcentaje de embase de .281, y permitió un jonrón del empate al receptor Mike Scioscia, que tuvo 68 jonrones en 1,441 juegos de temporada regular.

“No sé cómo Doc caminó a T-Bone Shelby”, dijo Strawberry mientras Gooden se reía en el asiento junto a él en una conferencia de prensa. “Todo lo que tenía que hacer era rebotar una pelota ahí”.

Gibson, quien superó a Strawberry en los honores de MVP de la Liga Nacional ese año, rompió el empate con un jonrón en la 12ª entrada. Hershiser, el ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional que terminó la temporada regular lanzando un récord de 59 entradas consecutivas sin permitir carreras, retiró a Kevin McReynolds con las bases llenas para salvar una victoria de 5-4.

Hershiser había lanzado siete entradas sólidas con tres días de descanso en el tercer juego el día anterior, pero los Mets se recuperaron para ganar el partido después que él salió. El lanzador derecho también lanzó 8 1/3 entradas durante un duelo de baja anotación frente a Gooden en el primer partido de la serie.

“Creo que el Juego 4 simplemente decidió la serie para nosotros”, dijo Hatcher. “Con el jonrón de Mike Scioscia, fue como decir, ‘Dios mío, estamos de vuelta en este juego’. Y la sorpresa de todos en nuestro equipo e incluso de nuestro mánager al ver a Orel Hershiser salir del bullpen y salir a cerrar el juego para nosotros, fue enorme”.

Gibson conectó un jonrón de tres carreras y Los Ángeles ganó 7-4 en el Juego 5 la tarde siguiente, antes de que David Cone, ganador de 20 juegos, lanzara a los Mets a una victoria de 5-1 en el Juego 6 en el Dodger Stadium.

Sin embargo, Hershiser resaltó su heroísmo con una blanqueada de cinco hits para vencer a un ineficaz Ron Darling por 6-0 en el decisivo Juego 7, a pesar de que Gibson se fue temprano por una lesión en la pierna.

“Pensábamos que teníamos la ventaja sobre ellos, pero los dejamos ir”, dijo Gooden. “Se pusieron calientes en el momento justo”.

Durante la temporada regular de 1988, Nueva York ganó 100 juegos y tuvo marca de 10-1 contra los Dodgers, superándolos 49-18 en carreras anotadas en sus juegos.

Pero después de perder contra LA en octubre, los Mets tardaron 11 años en volver a los playoffs, con un Hershiser de 41 años en su equipo de lanzadores.

Esta vez, son los Mets, que llegaron como comodines, los que intentan vencer a Mookie Betts y a los poderosos Dodgers, que lideraron las mayores con 98 victorias durante la temporada.

“Creo que los equipos están al revés”, dijo Hatcher, el sábado, en una entrevista telefónica. “Pensé que los Dodgers son más dominantes que los Mets, mientras que en ese entonces, los Mets eran más dominantes que los Dodgers”.

Nueva York ha sido superado 36-21 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y ha sido derrotado tres veces por al menos ocho carreras. Sin embargo, Pete Alonso y los Mets siguen con vida, después de una victoria 12-6 el viernes en el quinto juego en casa.

“Son un pequeño mosquito que se mantiene firme”, dijo Hatcher. “Los Dodgers ganaron el cuarto juego, pero los Mets remontaron en el quinto partido y no pensarías que eran los desfavorecidos por la forma en que reaccionaron al ganar ese partido”.