Cuando a finales del pasado año no recibió una oferta contractual para regresar al béisbol estadounidense, el jardinero cayeyano Danny Ortiz no pensó que era el final de su carrera, sino un desvío temporal en su ruta, la cual apunta a continuar activo en el deporte al cual le ha dedicado toda su vida.

En fin, parafraseando el refranero popular boricua, cuando una puerta se cierra, son muchas más las que se abren, por lo que se dedicó a entrenar bien fuerte para ir a algún lugar, tener un buen año en el 2019 y recopilar buenos números para su resumé, números que reavivaran el interés en algún equipo de Major League Baseball, en el béisbol japonés o en el de Corea.

Y a los 29 años, el bateador zurdo de los Pericos de Puebla de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) no solo ha cumplido las metas que se propuso, sino que las ha rebasado a batazo limpio con un impresionante nuevo enfoque que lo tiene bateando no solo para poder, sino además para promedio.

“Cuando vine para acá la meta era dar más de 20 jonrones, tener 80 remolcadas y batear sobre .300 para tener unos números impresionantes y así se puedan abrir otras puertas. La invernal me ayudó muchísimo. Trabajé en varios ajustes y al venir acá he seguido haciéndolo”, dijo Ortiz vía telefónica desde suelo azteca.

Explicó que trabajó con el launch  angle, un término muy utilizado en la actualidad en MLB y que le ha ayudado a tener un poco más de tiempo para quedarse detrás de la bola y tener un mejor contacto.

También ha dejado de halar la bola y piensa más en batear hacia el medio.

El éxito ha sido tal que hasta los partidos del lunes bateaba para .313 con 40 jonrones, 29 dobles y 110 carreras remolcadas, cifras que le han colocado entre los favoritos de la afición de la LMB, especialmente luego de que se convirtiera en el rey de los vuelacercas al imponerse a figuras como Chris Carter, José Vargas y Japhet Amador en un Home Run Derby a mediados de temporada.

Los 40 jonrones son una marca para una sola temporada en la historia de los Pericos de Puebla.

Con sus metas ya superadas, lo próximo es ver si los Pericos se clasifican a la postemporada y que empiece a sonar el teléfono de su agente con las ofertas; ha recibido algunas para jugar invernal en México y Venezuela.

Pero los planes, al momento, son descansar un poco y estar con su familia antes de jugar en la campaña invernal, con los  Indios de Mayagüez.

“Fue una experiencia bonita debutar con los Piratas”, dijo Ortiz, quien subió en el 2017 con ellos y en el 2018 estuvo con la organización de los Filis de Filadelfia.

“Le agradezco mucho a Pittsburgh la oportunidad. Me quedé con la piquita de que quiero volver, y por eso demostramos que estamos ready para volver para MLB o para ir a Corea o a Japón”, afirmó.

“Esto no se acaba porque un año uno se vaya para otro lado. Creo que es al revés. Hay veces que las pruebas que te llegan te abren las puertas. y Entonces tú muestras que todavía estás ready para que esas puertas se abran”, concluyó.