El boricua Jorge Posada no le da otra opción al dirigente Joe Girardi que ponerlo de vuelta en la alineación.

Posada sacudió un Grand Slam e impulsó sies carreras en su primer juego desde que fue relegado al banco para ayudar a los Yanquis a vencer, 9-2, a los Rays de Tampa Bay.

"Es algo especial", dijo Posada. "Tuve la oportunidad de jugar hoy. No es fácil estar en el banco y  ver a todo el mundo jugando".

El batazo de cuatro esquinas con la casa llena fue el décimo en la carrera de Posada, y el décimo de este año, el último de su contrato. El ahora bateador desginado no veía acción desde que fuera sacado de la rotación el pasado domingo.

Luego del partido, se enteró que iniciará nuevamente el domingo ante los Rays como designado.

"Como he dicho antes, él va a seguir teniendo una participación clave en este equipo", señaló Girardi. "Lo necesitamos"

Posada comentó antes del partido del sábado que "voy hacer lo que pueda para estar en la alineación".

Él se encargó de producir en el momento preciso: sus batazos que impulsaron carreras vinieron luego de que el lanzador de los Rays, Brandon Gomes, embasó a dos bateadores de forma seguida.

"De ahora en adelante voy a mirar a la tarjeta de la alineación y estar listo", subrayó Posada.

"Estoy muy conteto por él. Jorge es un tipo de mucho orgullo" dijo por su parte el capitán de los Yanquis, Derek Jeter. "Estás hablando de un hombre que está acostumbrado a jugar todos los días por mucho tiempo. Ha estado trabajando muy fuerte y tuvo un gran día. No es fácil hacer lo de hoy después de estar sin jugar por un largo rato".