“Coach” Robinson Cancel
Con una sensación que describió como “bien diferente”, el veterano pelotero se estrenó ayer como dirigente.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Todo parecía normal en la rutina de Robinson Cancel. Lucía como un jugador más dentro del diamante en otra tarde soleada en el estadio Roberto Clemente Walker .
Sin embargo, la realidad era otra. Su rol dentro del equipo ha cambiado.
Cancel se estrenó ayer como dirigente de los Gigantes de Carolina, luego que la gerencia de la novena despidiera al norteamericano Pat Kelly.
A eso de las 3:40 de la tarde, tras una reunión con sus pupilos que duró aproximadamente 20 minutos, Cancel salió al terreno de práctica junto a otros jugadores. Llevaba su bate en la mano derecha y las guantillas en la izquierda.
“Es bien diferente. Le doy gracias a Dios por la oportunidad. He recibido buenos comentarios y todo el equipo está positivo. Voy a hacer el mejor trabajo posible con la ayuda de mis coaches para tratar de clasificar a la final”, dijo Cancel.
Como es su costumbre, se ubicó en la parte de atrás de la jaula de bateo. Caminó hacia el lado izquierdo, saludó a varios ex compañeros de los Leones de Ponce, y se ubicó en el extremo derecho con el resto de sus Gigantes.
Allí, intercambió comentarios con el receptor Carlos Corporán, antes de tomar su primer turno en la práctica de bateo bajo los lanzamientos del coach de primera base, Pedro Valdés.
Así fue cuatro veces a la jaula de bateo, antes de realizar los primeros lanzamientos a los jugadores más jóvenes de la plantilla.
A las 3:54 p.m., soltó el bate y las guantillas. Comenzaron a aflorar un poco esas cosquillas que recorren el cuerpo cuando se acerca el momento de toparse con la primera oportunidad en cualquier trabajo.
“Siento un poco de nervios, no puedo mentir. Pero, a la misma vez, pienso que la experiencia que he tenido como jugador me va a ayudar a lucir mucho mejor de lo que se espera. Lo más difícil será sacar a un lanzador”, confesó Cancel.
La práctica transcurrió en su normalidad hasta las 5:30 p.m., hora en la que Cancel y los jugadores de Carolina entraron al camerino a esperar que comenzara el juego y tomar su nueva posición, como estratega, a la entrada del dugout local.