Christian Arroyo se puertorriqueñiza al lado de sus compañeros boricuas en los Red Sox
El intermedista celebra el poder compartir con Alex Cora, Kike Hernández y los demás puertorros en el equipo porque le han ayudado a acercarse a sus raíces isleñas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El segunda base de los Red Sox de Boston Christian Arroyo afirma su puertorriqueñidad por vía paterna aunque no hable ni una pizca de español, y más ahora que atesora el poder tener de cerca a jugadores boricuas como el guardabosque Kike Hernández y el receptor Christian Vázquez, así como al dirigente Alex Cora y el coach Ramón Vázquez.
Esto estar con ellos en el camerino y el dugout, le ha permitido, de un modo u otro, acercarse a su herencia puertorriqueña.
Arroyo, de 26 años, nació en Tampa, y dijo que la mayoría de la familia de su padre vive en Florida. Por esa y otras razones no ha tenido realmente una relación directa con ese lado puertorriqueño que lleva en la sangre.
“Mi padre es puertorriqueño, de ahí es de donde saco mi herencia puertorriqueña. Y jugar con otros jugadores puertorriqueños, ya sabes, jugar con Kike y jugar con Vásquez, y con AC (Alex Cora) alrededor y Ramón (Vázquez), es especial para mí porque nunca realmente tuve la oportunidad de abrazar esa herencia cuando era más joven”, reconoció Arroyo en entrevista con este medio en el terreno del Fenway Park de Boston, antes del partido del lunes en que conectó un cuadrangular en el triunfo 12-3 sobre los Astros de Houston en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
“Cuando crecía, éramos solo mi madre y yo. Mi padre estaba en el ejército, así que no pudimos pasar tanto tiempo como nos hubiera gustado. Pero ya sabes, es parte de eso, y todavía tengo familia en Tampa. Son todo lo que es mi lado puertorriqueño de la familia. Y cuando salgo con ellos, ya sabes, me encanta la comida y la comida es incomparable”, dijo riendo.
WHO MOCKED CHRISTIAN ARROYO FOR BEING AT THE PATRIOTS GAME YESTERDAY?!?! 😤pic.twitter.com/Bx7Wx5ADVf
— Guy Boston Sports (@GuyBostonSports) October 19, 2021
Arroyo llegó a las filas de los Red Sox en la acortada temporada de 2020. Para entonces, solo estaban su tocayo Christian Vázquez y el coach de control de calidad, Ramón Vázquez. Este año se sumaron al corillo boricua de Boston, Hernández, quien firmó como agente libre, y Cora, quien venía de cumplir su suspensión de un año.
Ahora con la ‘casa llena’, Arroyo está disfrutando más por saber que puede conocer más de esa cultura puertorriqueña con la que no ha tenido contacto tan directo.
“Es parte de mí. Está en mi sangre, y tener la oportunidad de jugar aquí y hacer lo que estamos haciendo en este escenario, y hacerlo para todos… Jugué para el equipo de Estados Unidos cuando era más joven, pero AC habló conmigo sobre la posibilidad de jugar en el WBC (Clásico Mundial de Béisbol) en el 2017, y eso fue especial para mí”, dijo sobre el mero hecho de ser invitado.
“No sabía qué pensar, pero ya sabes, creo que definitivamente estoy haciendo todo lo posible por abrazarme… estoy adoptando esa herencia. Solo trato de aprender más sobre la cultura y estoy tratando de intentar tener una idea de cómo aprender algo de español y esas cosas. Y estos chicos me han estado enseñando un poco. Pero sí, es especial”.
De hecho, dijo que en su intento por aprender español, le hace preguntas a los muchachos cuando no entiende la letra de una canción.
“Les pregunto sobre algunas de las letras de las canciones. Y cuando Kike sale le pregunto, ¿de qué están hablando? Entonces él me da la traducción. Así que ese es realmente su trabajo. Ya sabes, las bromas amistosas y esas cosas, me enseñan algunas cosas”.
Arroyo también tiene otras razones para celebrar que Cora esté de regreso en el equipo. Es un jugador del cuadro que a pesar que ya tenía cuatro temporadas de experiencia desde que subió a Grandes Ligas en 2017, no había jugado tanto como esta temporada. Tras debutar con los Giants de San Francisco, pasó por los Rays de Tampa Bay en 2018 y 2019.
Los Rays lo cambiaron entonces en el verano de 2019 a Cleveland, de donde Boston lo reclamó al ser puesto en la lista de waivers. Y Cora le ha encontrado su posición, al punto de que se ganó un puesto fijo en la intermedia, una que en principio era para Hernández cuando fue firmado.
Sobre el particular Cora habló esta semana durante las conferencias que ofrece antes de cada juego de la Serie de Campeonato, y explicó que a Hernández le salió tan natural su labor en el jardín central, que así pudo encontrar acomodo para Arroyo. Y este ha respondido. Aunque no fue un jugador de todos los días, este año tuvo su mayor cantidad de partidos desde debutó en Grandes Ligas, con 57. Bateó .262 con seis cuadrangulares y 25 carreras empujadas. Lo más importante es que está fijo en la intermedia en los playoffs.
“Mi travesía ha tenido algunos altibajos y sus bajones. Y creo que eso es parte de lo que me hizo un mejor jugador y una mejor persona. Lo estoy disfrutando ahora, estoy disfrutando este viaje. Disfruto de todo lo que estamos haciendo. Y es muy, muy divertido. Estoy feliz de ser parte de esto”.