Cualquiera que le pregunte a Charlie Montoyo por la organización de los Blue Jays de Toronto recibirá una respuesta elusiva, pero franca.

“Bien, gracias”, dice.

El pasado dirigente de los Blue Jays está de regreso en Toronto por primera vez desde que la organización lo despidió en junio pasado, cuando el equipo jugaba para 46-42 y ocupaba el cuarto lugar en la División de Este de la Liga Americana.

Y, a juzgar por sus comentarios, es un capítulo que quiere dejar atrás.

El lunes fue el primer día del boricua en Toronto desde entonces. Ese día, el ahora coach de banco de los White Sox de Chicago dijo que le informó al departamento de comunicaciones de los White Sox que no estaría disponible para los medios de Toronto, que lo procuraron.

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En entrevista telefónica con Primer Hora, Montoyo indicó que no quiso hablar con la prensa porque ya selló en Toronto sus situaciones con la organización que lo despidió y no quiere revivir el tema.

“Ya estoy en Chicago trabajando”, dijo el dirigente de buen carácter.

Montoyo también reveló a este medio que la administración de los Blue Jays le escribió para darle la bienvenida e invitarlo a salir al terreno en el prejuego, para que formara parte de un saludo. Sin embargo, al momento de la entrevista, todavía no había tenido una comunicación formal al respecto con la gerencia de la novena canadiense.

Chicago y Toronto jugaban este martes el segundo de una serie de tres juegos que finaliza hoy, miércoles. Toronto ganó el primer juego con un jonrón de tres carreras de Cavan Biggio, que es uno de los talentos del equipo para los que Montoyo fue contratado para trabajar por los Blue Jays.

Los White Sox de Charlie Montoyo cayeron el lunes ante los Blue Jays que dirigió el boricua hasta junio pasado.
Los White Sox de Charlie Montoyo cayeron el lunes ante los Blue Jays que dirigió el boricua hasta junio pasado. (Andrew Lahodynskyj)

Sus mejores recuerdos son con la gente

Sin embargo, al hablar de los alrededores de Toronto, por su gente y colegas, la respuesta es genuina.

“Fue emocionante, bien agradecidos con lo que uno hizo”, sostuvo el boricua.

Montoyo contó que el primer encuentro con la gente de Toronto fue con el agente de aduana que aprobó la documentación de Montoyo para entrar a territorio canadience y previo a esta serie.

“Todo comenzó bien. El agente me dijo ‘bienvenido de vuelta”, dijo.

La fanaticada de los Blue Jays también le expresó su cariño, tanto fuera como dentro del parque, dijo Montoyo. El coach detalló que la fanaticada que busca autógrafos le llamó desde las gradas previo al juego del lunes para solicitarle la rúbrica y una foto.

Fuera del parque, más fanáticos que buscan autógrafos le esperaron a la entrada del estadio Rogers Center para extenderle artículos representativos suyos, tanto deportivos como musicales.

“Había fanáticos con el bubblehead mío que tiene las congas”, contó.

En el home plate, previo a juego, también hubo cariño. Montoyo conto que, al ver desde el dugout que su compatriota y coach de tercera base de los Blue Jays, Luis ‘Papa’ Rivera, fue al plato a entregar las alineaciones, le pidió a su dirigente en los White Sox, Pedro Grifol que le concediera el honor de hacer lo mismo.

“Me excusé con los árbitros por hablar en español. Pero es que tenía que hablar con Papa, con quien no hablaba hacía tiempo”, acotó.

Montoyo trabajó tres temporadas y medias con Toronto junto al también boricua Luis 'Papa' Rivera.
Montoyo trabajó tres temporadas y medias con Toronto junto al también boricua Luis 'Papa' Rivera. (Archivo)

Toronto arrancó bien en la temporada, con marca de 14-9, pero su posición en la competitiva división Este no ha cambiado mucho en comparación con los tiempos de Montoyo en Toronto; los Blue Jays está terceros en la División.

Y finalizado el juego, completado su trabajo en el camerino y en el hotel, Montoyo contó fue a buscar su otra pasión: la música latina, y se encontró con el trombonista y cantante Luis Obregón en el downtown de Toronto para una rumba musical.

“Obregón llamó a sus amigos a tocar y me curé bien chévere”, dijo. “Es un sitio al que nunca había ido en Toronto. Yo iba a otros en Toronto. Pero estuvo chévere”.