Cataño. Cuando el ex jugador y ahora dirigente Hiram Bocachica tomó las riendas de los Lancheros de Cataño hace poco más de cuatro semanas atrás, la franquicia parecía encaminada hacia temporada de desilusión y sin playoffs en el horizonte.

Pero tras soportar cuatro reveses al hilo mientras intentaba cambiar la mentalidad derrotista de su novena, además de laborar para instaurar otra dinámica de grupo, el equipo se encontró.

Desde entonces, no ha perdido un partido.

Y no es que llevan cinco victorias al hilo, sino cómo han ganado. En esa ristra de triunfos, Cataño ha producido la friolera de 62 carreras para un promedio de 12.5 anotaciones por juego, incluyendo un 21-1 ante el Melao Melao de Vega Baja el pasado viernes y un 14-4 ante Vega Baja ayer que incluyó dos jonrones con bases llenas.

“Estoy bien contento con el desempeño de mis muchachos en estos últimos juegos. Creo que el asunto en este equipo era más mental que otra cosa, porque cuando pierdes, todo es negativo. Ellos están bien positivos y han dado un giro de 180 grados a su actitud. Tuvimos una racha mala cuando cogí el equipo al principio, pero han sabido sacar lo malo del pasado y enfocarse en el presente”, dijo Bocachica, quien asumió el mando de los Lancheros cuando tenían marca de 4-6.

“Pienso que el deporte es como la vida. Es cuestión de tener oportunidades y aprovecharlas. Aquí le he dado oportunidades de batear a quienes no habían tenido break. Le he dado oportunidad de juego a lanzadores que no habían visto mucha acción. Y todos han respondido. Todos saben que en cualquier momento los puedo utilizar”.

Bocachica entró al equipo a instancias de Andrés “Puchungo” Santiago, quien lo llamó tras haber tenido su primera experiencia como dirigente con el equipo de Las Piedras en el 2013.

“El año pasado jugué y dirigí en Las Piedras, que es un poco más complicado. Aquí solo tengo que dirigir y no se me hizo difícil el ajuste. Cuando Puchungo Santiago me llamó no lo pensé mucho yacepté el reto”, dijo Bocachica, quien jugó en Grandes Ligas desde el 2000 al 2007.

“Me gusta darles la información a los muchachos que tengo. Que le saquen provecho. Gracias a Dios, tuve la salud y la bendición de jugar en varios lugares internacionalmente, en Grandes Ligas, en Japón y en México. Y toda esa información y experiencia acumulada la puedo ir pasando. Ellos han sido bien receptivos a ella y ahora estamos viendo los frutos. Y honestamente yo esperaba una reacción, pero no de la forma tan fenomenal que lo han hecho en estos últimos juegos. Este es otro equipo”.