Carlos Correa no se inmuta cuando lo tildan de tramposo
El campocorto puertorriqueño todavía despierta pasiones por el escándalo de robo de señales que protagonizaron los Astros en el 2017.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Chicago. Carlos Correa no se inmutó con una crítica sobre su pasado con los Astros de Houston.
Al día siguiente que el relevista de los White Sox Keynan Middleton ponchó a Correa para poner fin a un juego, el lanzador le tildó de tramposo tras conseguir su primer salvamento de la temporada. El campocorto puertorriqueño — dos veces All-Star — no mordió el anzuelo.
“Han dicho cosas peores”, dijo Correa el jueves previo al último juego de la serie. “Me pone contento que le está yendo bien, lanzando bien y que pueda dar sustento a su familia”.
“Sin duda que es un rival difícil. Sigue mejorando y es por eso que está lanzando en situaciones complicadas para ellos”, añadió.
Middleton jugó en la División Oeste de la Liga Americana durante sus primeros cinco años en Major League Baseball (MLB). Compitió entonces con frecuencia ante Correa y los Astros.
Y parece disfrutar la oportunidad de enfrentar a Correa con la victoria en juego.
Han pasado más de tres años desde que el béisbol de las Grandes Ligas emitió su reporte sobre un ardid en que los Astros se valieron de aparatos electrónicos para robar las señales de los adversarios.
Luego de lograr su primer salvamento desde 2021, Middleton habló de lo mucho que disfrutó ese último swing del boricua Correa, quien jugaba en los Astros durante la época del escándalo.
“Sabía que iba a enfrentar a Correa. Él no me gusta, así que me sentí bien por ello”, dijo. “Me agradó eso. Lo disfruté mucho... Quiero decir, él es un tramposo”.
MLB castigó a Houston tras determinar que el equipo había usado aparatos electrónicos para robar señales durante la campaña de 2017, en la que ganó la Serie Mundial, y también en 2018.
Una investigación determinó que los Astros utilizaron una señal de video enviada desde una cámara emplazada detrás del jardín central, a fin de captar las señales del cátcher rival durante los juegos en Houston. Luego, los peloteros daban determinado número de golpes en un cesto de basura para indicar a su compañero al bate qué lanzamiento le harían.
El entonces manager A.J. Hinch fue suspendido y despedido en medio del escándalo, pero ningún pelotero recibió castigo. El comisionado Rob Manfred les otorgó inmunidad como parte de la pesquisa.