Mientras la gerencia de los Mets de Nueva York y el agente Scott Boras conversaban sobre la posibilidad de que Carlos Correa se uniera a la franquicia por medio de la agencia libre, el pelotero le puso una llamada a su compatriota Francisco Lindor para conversar.

Según una entrevista publicada en The Athletic, Correa relató que durante la conversación con Lindor, insistió que sus intenciones no eran desplazarlo del campo corto.

Nunca iba a pisar sus talones”, dijo Correa sobre su conversación de 45 minutos con Lindor. “De mi boca nunca saldrían las palabras, ‘Quiero jugar de campo corto’. De mi boca nunca saldría ninguna forma de traición hacia él”, sostuvo Correa a The Athletic.

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“A partir de ese momento, desde el momento en que se acordó el trato, mi mente se dispuso a jugar en la tercera base todos los días. Eso nunca iba a cambiar. Quería que supiera que siempre sería leal. Siempre estaría allí para él, lo que sea que necesite. Solo asegurándome de dejar todo claro. Cuando jugadores de ambos calibres juegan en el campo corto y hay un cambio, siempre hay algo de animosidad. Quería asegurarme de que supiera desde el principio que estaba bien jugar en la tercera base. Iba a hacer el movimiento, no hay problema”, agregó

Correa y los Mets acordando un contrato de 12 años y $315 millones que eventualmente quedó disuelto debido a unas preocupaciones con el tobillo. Correa terminó firmando con los Twins de Minnesota por seis años y $200 millones.