El receptor   Carlos Corporán  se integró hace poco más de dos semanas  al equipo de los Gigantes de Carolina lleno de tranquilidad, demostrando la alegría que solo puede dejar el haber cumplido con su primera temporada completa en las Grandes Ligas.

Tres años  de altas y bajas   tuvieron que pasar antes de que Corporán fuera  nombrado receptor suplente de los  Astros de Houston.

“Estoy más tranquilo. Estamos celebrando un año completo en las Grandes Ligas. No todo es tragedia. Lo  pasado es pasado,  y gracias a Dios  estamos  en una nueva etapa”,  aseguró Corporán.

El receptor hacía alusión  al difícil proceso  de recuperación  emocional que vivió el invierno pasado luego del deceso de su primogénito,  Carlos Fabián, quien  libró una batalla contra  la  hipoplasia, una condición que resulta en  una falla en el desarrollo del lado izquierdo del corazón.

Corporán hizo su debut en las  Mayores el 6 de mayo del 2009,  y desde ese momento jugó de forma esporádica uno o dos meses.

“(Este año) fue un sueño. Siempre había estado un mes, dos o tres meses arriba. Pero estar un año completo en Grandes Ligas es bien diferente”, dijo Corporán.

“Mentalmente te agotas. Tienes que estar bien temprano en el parque. Yo, como receptor y jugador suplente,  tengo que estar mucho tiempo frente a la computadora  estudiando. Es bien sacrificado,  pero a la larga todo tiene su paga”,  prosiguió Corporán

Sin embargo, Corporán vio un descenso en sus números debido al cambio de liga que sufrieron los Astros, quienes pasaron de la división Central de la Liga Nacional a jugar a la división Oeste de la Liga Americana.

“Han sido dos temporadas diferentes. La primera temporada hice mis números, pero en esta segunda no.  Este año tuve una contusión y  los lanzadores sabían como yo bateaba, lo que estaba haciendo e hicieron sus ajustes para  adaptarse”, señaló.

En el 2012, Corporán bateó para promedio de .269 con cuatro  cuadrangulares y 13 carreras remolcadas en 27 partidos. Esta temporada hubo un incremento en jonrones  y carreras empujadas, con siete  y  20, respectivamente.  Pero también tuvo una disminución en su promedio al batear para .225 en 64 desafíos.

“Al igual que yo tengo mis reportes, ellos también hacen los suyos. Sentí que tuve dos temporadas en una”, sostuvo Corporán.

Esa es la razón por la que este invierno trabajará  aún más en su físico para que no queden  dudas de que puede ser el receptor regular de la novena.

“Estamos trabajando mi peso, y queremos  tonificar más,  crear más estámina.  La madurez creo que está ahí,  porque eso viene con el juego y la experiencia.  Sé lo que tengo que hacer ”, puntualizó Corporán.

“Cuando la consistencia esté ahí, va a ser más  fácil. Creo que muy pronto vendrá esa oportunidad de ser  receptor regular”, concluyó.