Perseverancia, trabajo arduo y  persecución de un sueño. Esos fueron los conceptos  que  permearon en el  emotivo discurso   que dio el  jardinero de los Cardenales de San Luis Carlos Beltrán  al primer grupo graduado de su academia de béisbol que lleva su nombre.

Sentados en las primeras dos filas del Teatro de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, 44 estudiantes de la institución –incluyendo a Jan Hernández y Joseph Monge Negrón, quienes fueron seleccionados por los Filis de Filadelfia y los Medias Rojas de Boston, respectivamente,  en  el Sorteo de  Novatos de las Grandes Ligas– escucharon cuando el estelar jugador  se ahogó en llanto al dirigirse a la concurrencia para  hablar de los valores familiares y de la perseverancia detrás de un sueño.

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Tal como él lo logró en su carrera y en su  academia. 

En efecto, la clase 2013 culminó hoy una etapa importante en sus vidas y  el toletero  manatieño vio cumplido parte del sueño que comenzó  a hacerse realidad hace dos años cuando la Carlos Beltrán Baseball Academy abrió sus puertas en agosto del 2011.

“Me siento más que orgulloso porque a través de los años uno trabaja duro, se esfuerza, y Dios me ha dado la oportunidad y la  bendición de poder ver cumplido  muchas cosas bonitas en el deporte.  Pero, nada se va a comparar con la academia porque esto es algo que va a seguir hacia adelante  años tras año”,  dijo Beltrán, quien  llegó   a  Puerto Rico a las 5:00 a.m.   luego de  un largo viaje desde Cincinnati, lugar donde los Cardenales jugaron el domingo.  

Beltrán también recibió un anillo como obsequio de la clase graduada e hizo, en repetidas ocasiones, hincapié en la importancia de la educación. 

“El béisbol es el deporte en el que llevo 18 años como profesional,   pero lo que nosotros  estamos haciendo con ustedes en cuanto a la educación es bien importante. Este es un deporte que viene y se va, pero  la educación permanece por el resto de sus vidas.  Estoy orgulloso por ustedes, jóvenes, porque se han sacrificado y esforzado. La  vida se trata de eso, de sacrificio y esfuerzo”,  sostuvo.

Beltrán instó a los estudiantes a mantenerse positivos en la persecución de una meta por el camino correcto. 

“Todos ustedes van a seguir hacia adelante. Lo que ustedes tengan en su mente, no dejen  que nadie lo saquen de su mente. Siempre manténganse positivos haciendo las cosas bien”.

El jugador no pudo contener  las lágrimas cuando  agradeció a sus padres por estar a su lado en todo momento. 

“Gracias mami (Carmen Valdés), gracias papi (Wilfredo Beltrán) por el apoyo. Gracias por habernos criado de la manera en que lo hicieron. Nos enseñaron valores, nos enseñaron disciplina”, manifestó Beltrán con voz entrecortada mientras  era aplaudido por el público.   

“Sé que todos ustedes van a lograrlo (cumplir sus sueños) porque sus  padres   se envolvieron en esto  y están sumamente orgullosos de lo que están  haciendo”, aseguró. 

“Lo más importantes es que, no importa lo que pase, den lo máximo. Al final, Dios conoce nuestros corazones, nuestro pensar y  él va a buscar lo mejor para ustedes. Los quiero mucho  y mil bendiciones”,  concluyó Beltrán con la voz quebrada antes de ser abrazado por sus progenitores, quienes subieron al escenario tan pronto salieron sus primeras lágrimas.