Cada vez son más los lanzadores que alternan carreras entre la liga invernal y la Doble A
Los pítchers cuentan su experiencia de competir en ambas ligas y abundan sobre su decisión de mantenerse compitiendo en la isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Aunque la temporada del Béisbol Superior Doble A está pautada para comenzar el 18 de febrero, casi una decena de sus mejores lanzadores ya están tirando desde el montículo, pero en un escenario distinto: la serie final de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).
Y es que entre el cuerpo monticular de los Gigantes de Carolina y Criollos de Caguas hay ocho pítchers que también compiten en el béisbol Superior de Puerto Rico.
Dos piezas fundamentales de la rotación de Carolina son el zurdo Luis Leroy Cruz y el derecho Freddie Cabrera. La tropa gigante también cuenta con el veterano y líder histórico de victorias en la Doble A, Jean Félix Ortega, y el relevista zurdo Ramesis Rosas. Mientras que Caguas tiene en su cuerpo de lanzadores a Marvin Gorgas, Raúl Rivera, Christian Torres e Iván Maldonado.
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No es común que peloteros decidan quedarse compitiendo en la isla. Muchos optan por un contrato de Ligas Menores con miras a algún día ser ascendido a las Grandes Ligas y otros llevan sus talentos a ligas independientes en Estados Unidos o se van a jugar en México. Algunos como Jean Félix Ortega, quien ha competido por 21 campañas en la Doble A y siete en la invernal, decidieron quedarse lanzando a tiempo completo en Puerto Rico porque era lo más que les convenía económicamente.
“Al principio, cuando me ofrecieron en dos ocasiones firmar en la agencia libre de las menores, entendía que era poco dinero y me decidí quedar aquí. Fue un poquito frustrante porque cuando me ofrecieron firmar yo tiraba una recta bastante respetable y no se me dio la oportunidad. Entendía que podía hacer algo en Puerto Rico y decidí quedarme”, relató Ortega a Primera Hora.
Según el relevista derecho, las dos ofertas que recibió sucedieron en el 2004 por parte de los Royals de Kansas City y los ahora conocidos como Guardians de Cleveland. Al igual que en la pelota aficionada, Ortega ha dominado a los bateadores que ha enfrentado en la postemporada de la LBPRC. En cinco entradas lanzadas, no ha permitido hits y tiene un registro de cuatro ponches de cara al cuarto partido del baile de coronación.
Hay un consenso entre los abridores y relevistas consultados por este diario que la manera como se lanza en la invernal es una distinta a la Doble A. Ortega explicó que los bateadores en en la llamada pelotero dominguera son más agresivos y, en la invernal, son más disciplinados.
“Aquí tienen una disciplina diferente. Te dejan lanzar y esperan el pitcheo que ellos estén preparados para ello. No es como en la Doble A que, lo que tú tires cerca de la zona, ellos lo intentan batear. Es un poco más complicado lanzar en la Doble A por eso mismo. No te dejan esperar y que tú estés en tu comodidad como lanzador. Aquí tienes un poco de más respeto”, detalló el también abridor de los Cariduros de Fajardo en la pelota aficionada.
El caso de Luis Leroy Cruz es uno similar al de Ortega. Una vez no recibió la oferta que buscaba en México, decidió firmar en ambas ligas puertorriqueñas y, ha visto de primera mano cómo ambos torneos han elevado su nivel de competición. La última vez que lanzó en la Liga Mexicana de Béisbol fue en el 2022.
“La Doble A va a seguir subiendo al igual que la invernal porque, por lo menos en la Doble A, este año se inscribieron unos cuantos peloteros que van a dar dolor de cabeza. Igual aquí cada vez vienen más prospectos y jóvenes talentosos”, opinó Cruz, quien debutó la pasada temporada en la pelota aficionada con los Pescadores del Plata de Comerío.
Entre esos peloteros debutantes de la venidera campaña de la Doble A, se encuentran el ganador del premio Jugador Más Valioso 2022-23 de la LBPRC, Edwin Díaz, el jugador de cuadro y el lanzador de los Gigantes, Alexis Pantoja y Eddy Reynoso respectivamente. También hará en retorno a la Doble A, José Cruz, quien igualmente lanza por Carolina en la final.
Díaz jugará por los Próceres de Barranquitas; Pantoja con los Tigres de Hatillo, Reynoso con el Melao Melao de Vega Baja; y Cruz con los Patrulleros de San Sebastián.
Un camino difícil
De otro lado, Ortega comentó que para la nueva camada de peloteros del patio es una opción quedarse en la isla. Pero, sostuvo que no es una ruta fácil debido a múltiples razones como el tope salarial de $500 por semana en el béisbol aficionado.
“No es que no esté de acuerdo en el tope, pero hay muchos peloteros que les han dedicado muchos años a la Doble A y es un poquito injusto que, cuando llegue la temporada, haya un tope y no se pueda pagar el precio que tú devengabas antes... es un poquito duro”, dijo Ortega, de 43 años.
Además del aspecto económico, competir en ambos torneos es un reto debido a lo demandante que es, ya que luego de una fase regular y postemporada que se celebran en el transcurso de tres meses, deben competir en sobre 20 partidos de Doble A con poco menos de un mes de descanso para aquellos que estuvieron activos en la serie final de la LBPRC.
No obstante, algunos lanzadores como Iván Maldonado no cambian por nada del mundo lo que sienten cuando se trepan a la loma frente a su gente.
“Lanzar en Puerto Rico es bello. Lanzar en las dos ligas, como yo lo hago, es grande. Los parques se están llenando y estoy supercontento que eso está pasando en ambas ligas para que cojan ese auge. Es superhermoso ver parques llenos y lanzar frente a más de 10,000 personas como sucedía en Santurce. Le da ese ánimo al pelotero de seguir jugando duro”, sentenció.