Braves combatieron el pesimismo hasta el último juego de la Serie Mundial
El dirigente Brian Snitker temió lo peor cuando Michael Brantley de los Astros pisó accidentalmente con sus clavos el tobillo izquierdo de Max Fried.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Houston. Hasta el último juego de la temporada, el sexto de la Serie Mundial, distintos miembros de los nuevos campeones de las Grandes Ligas, los Braves de Atlanta, tuvieron que batallar en su mente para no pensar lo peor.
Pero cuando el primera base cubano de los Astros de Houston Yuli Gurriel bateó por el cuadro y fue puesto fuera en la inicial para el out número 27 la noche del martes, la sensación de gozo, alivio y satisfacción se entremezclaron en el terreno y luego en el camerino con el tradicional baño de champán, luego de la victoria 7-0 sobre los Astros de Houston para ganar 4-2 la Serie Mundial.
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Los Braves de Atlanta regresaron al Clásico de Otoño tras una espera de 22 de años y lo ganaron por primera desde 1995, en la era de Gregg Maddux, Tom Glavine, John Smoltz y Chipper Jones, cuando la mayoría de los actuales integrantes eran unos niños o ni siquiera habían nacido.
“Tuvimos una (pelota) que salió el parque hace un par de días, y todo lo que pensaba era, ‘ahora tenemos que mantener esta ventaja porque no pudimos hacerlo un par de días antes”, dijo el dirigente de los Braves, Brian Snitker durante la conferencia después de la celebración en el terreno del Minute Maid Park de Houston, donde fueron presentados en una tarima móvil frente a una multitud de fanáticos de Atlanta que se movió hasta las gradas detrás del área de tercera base para vitorear al equipo campeón durante la ceremonia de entrega del trofeo.
Snitker se refería al cuadrangular de tres carreras del cubano Jorge Soler en la tercera entrada, que le dio ventaja de 3-0 a Atlanta, al tiempo que recordó el ‘grand slam’ que conectó Adam Duvall en el juego del domingo en que los Braves tomaron rápida ventaja de 4-0 en la primera entrada, sin que los Braves pudieran preservar la delantera.
El revés dominical por 9-5 evitó que pudieran celebrar ante su fanaticada en su casa, el Truist Park. Pero esta vez no solo resistieron, sino que el pitcheo de los Braves terminó propinándole la segunda blanqueada de la Serie Mundial a la ofensiva más poderosa de las Grandes Ligas durante toda la temporada.
“Pero (Soler) ha estado moviendo el bate muy bien. En toda esta Serie Mundial tuvo algunos (turnos), incluso las bases por bolas que tomó fueron realmente grandiosos”, agregó el dirigente sobre el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, quien concluyó como el mayor jonronero con tres, así como con seis impulsadas y promedio de bateo de .300.
Snitker también temió lo peor cuando en la primera entrada Max Fried corrió a cubrir la primera base para intentar poner fuera con asistencia a Michael Brantley, y este le pisó accidentalmente con sus clavos el tobillo izquierdo.
Michael Brantley was called safe on a close play at first while stepping on Max Fried's ankle. pic.twitter.com/Jo4dZC4YwY
— FOX Sports: MLB (@MLBONFOX) November 3, 2021
Fue un mal recuerdo de lo que sucedió con el abridor Charlie Morton, quien se fracturó el peroné derecho en el juego inicial de la Serie Mundial aquí mismo en Houston. Morton tuvo que abandonar el partido después de solo 2.1 entradas y perdió el resto de la Serie Mundial.
“Eso fue espantoso. Fue muy aterrador. Me alegré cuando se levantó y tiró, y vi que todo estaba bien. Luego tuvo una entrada muy estresante después de eso. Me estaba preguntando qué iba a resultar de todo esto. Él se recuperó y obviamente hizo un gran trabajo. Sí, ese fue un momento aterrador allí mismo, especialmente después de lo que le pasó a Charlie y todo eso. Así que me alegré mucho de que pudo continuar”, agregó Snitker.
Vaya forma de continuar. El zurdo Fried tiró seis entradas completas, la salida más larga de cualquier abridor en esta Serie Mundial, y ponchó a seis al tiempo que lo único que permitió fueron cuatro hits de los Astros.
“Obviamente Brantley se paró en la parte de atrás de mi pie, y en ese momento, lo único por la que me preocupé fue por los hombres en primera y segunda, sin nadie fuera, y no quería que la entrada se me fuera de las manos”, admitió por su parte el zurdo Fried.
“No quería una repetición del segundo juego, cuando hicieron cuatro carreras, y de momento miras atrás y estás abajo por mucho. Así que lo que hice fue esforzarme tratando de que fuera solo una carrera. Fui lo suficientemente afortunado para salir de esto sin ninguna”, agregó Fried, quien tiró cinco entradas en el segundo juego y le conectaron siete inatrapables con seis carreras limpias, cinco de ellas en los primeros dos episodios el miércoles pasado. Pero el martes fue dominante de principio a fin mientras estuvo en el montículo.
“La verdad que estuvo excepcional, dominante todo el juego. Creo que esa era la ayudita que necesitábamos. Nosotros hicimos nuestro trabajo, anotamos las carreras, y él hizo su trabajo”, destacó sobre el lanzador ganador el puertorriqueño Eddie Rosario.
Soler junto a Dansby Swanson y Freddie Freeman brindaron toda la ofensiva que necesitó Atlanta, que concluyó la Serie Mundial con 11 cuadrangulares frente a dos de Houston, ambos de José Altuve.
“Así es nuestro juego. Creo que con este equipo tú no te puedes equivocar con ninguno; cualquiera te puede dar un jonrón, te puede poner el juego ‘alante’. Y yo creo que esa fue la clave. Yo creo que estuvimos todo el tiempo cogiendo buenos turnos. Yo me embasé dos veces y después vinieron los jonrones. Aquí todos confiábamos en el otro y en el equipo entero”, expresó Rosario.
Soler, por su lado, quien bateó .300 en la Serie Mundial con tres cuadrangulares y seis carreras empujadas, se notaba jubiloso en el terreno tras el triunfo.
“Me siento increíble, orgulloso de mí mismo, de ese logro que es bien difícil. Gracias a Dios por esa oportunidad. Creo que fue él quien me eligió”, señaló Soler sobre el premio de Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño, mientras llevaba sobre sus hombros la bandera de Cuba.
“Significa mucho. Llevo la bandera porque de allá de Cuba se nos hace mucho más difícil que al resto de los jugadores, jugar aquí en Grandes Ligas”.
Rosario expresó su alegría por el cubano, quien al igual que él llegó al equipo en un cambio en julio, así como también los jardineros Joc Pederson y Adam Duvall.
“Es una gran persona. Tuvo problemas con el COVID y no pudo jugar la serie contra los Dodgers, y vino para acá y mira, se ganó su MVP. Muy merecido y de verdad que estoy emocionado por él”, agregó Rosario sobre Soler.