Con cuatro sortijas de campeonato en las Grandes Ligas, igual cantidad de Guantes de Oro y cinco apariciones en el Juego de Estrellas, el expelotero Bernie Williams es toda una celebridad reconocida por los fanáticos del béisbol, particularmente los seguidores de los Yankees de Nueva York.

Pero en el ámbito doméstico, Williams es un hijo humilde y agradecido que este jueves reconoció todo lo que su mamá, Rufina “Miña” Figueroa Concepción, ha hecho por él y por su hermano, Hiram.

“Mi mamá es todo para mí”, fue lo primero que indicó con mucha ternura Williams cuando se le preguntó qué significaba su mamá durante un reconocimiento que el representante Gary Rodríguez le hiciera a Figueroa Concepción y a otras cinco madres de Toa Alta este jueves en el Capitolio con motivo del Día de las Madres.

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Las otras madres reconocidas por Rodríguez fueron Ana María López, Lydia Isabel Rosado Vázquez, María Julia Mercado, Aida Rolón Rosario y Gladys Fuentes Lozada.

El exdeportista, que estuvo acompañado al reconocimiento por su hermano, Hiram; su sobrino, Hiram Yamil; y su primo, Jedan, agregó conmovido que si no fuera por su mamá, él no hubiese alcanzado todos los logros que ha tenido en su vida. También recordó que la mujer no permitió que su ocupación como educadora la alejara de sus responsabilidades como progenitora.

“Yo no estaría parado donde estoy en el día de hoy si no hubiese sido por ella. Su apoyo, su amor, su abnegación, su paciencia, sus enseñanzas son parte de lo que me convirtió en el ser humano que soy hoy. Siempre le estaré agradecido a ella por todo”, puntualizó el también músico, que cuenta en su resumé con una nominación al Grammy Latino en su fase de guitarrista.

En medio de sus recuerdos, el eterno número 51 de los Yankees compartió que su mamá era una excelente administradora que, aunque nunca le pudo dar lujos, sí logro que ellos hicieran deporte y estudiaran música. De hecho, Williams se ha destacado como guitarrista, mientras su hermano estudió chelo en la Escuela Libre de Música.

“Yo recuerdo que ella y papi hacían de tripas corazones. Ella nos decía: ‘Yo no les puedo dar muchos lujos, ni muchas cosas. Pero lo que sí les puedo dar es apoyo para que tengan su educación y que puedan salir adelante’. Ella era el centro, la que pensaba cómo se iba a utilizar el presupuesto en nuestra casa. Era la administradora por excelencia, y no sé cómo lo hizo. Pero nos sacó a flote”, acotó.

Después de una vida de lucha, su mamá comenzó a dar signos de demencia senil. Como es de esperar, esta situación ha provocado tristeza entre sus familiares. Sin embargo, todos los que la rodean procuran darle calidad de vida.

“Este es el momento para pagar lo que es impagable. Procurar que no pase ninguna necesidad ahora que está como más ida y que está delicada. Estamos tratando que todas sus experiencias de ahora en adelante sean momentos alegres y de felicidad”, puntualizó Williams.

 Son 97 años y contando

Doña Ana María López tiene 97 años y el humor a flor de piel. La mujer señaló que se sentía muy contenta con el reconocimiento, por tener muy buena salud y por contar con una  numerosa familia de13 hijos, 37 nietos, 44 bisnietos y 9 tataranietos.

“Gracias a Dios me siento bien de todo, tengo un poquito de problemas con la vista. Pero estoy bien. Yo no me quedó quieta”, contó provocando las risas de quienes la rodeaban.

López añadió que su secreto para llegar hasta los 97 es ser muy humanitaria, tener siempre presente a Dios y comer harina de maíz. 

“Harina de maíz, panapenes, batata, caldo de pescao… Ese es el secreto”, aclaró con una gran sonrisa.