Definitivamente los deportistas nunca dejan de ser competidores.

Si no pregúntele al expelotero de las Grandes Ligas, Barry Bonds, quien llevó a su perrito miniatura de la raza Schnauzer a una competencia del American Kennel Club y acaba de ganar el premio como el can número uno de su raza en América.

El perrito, llamado Apolo, ganó el primer lugar de la competencia pero eso no fue todo, su hermana Bonnie finalizó tercera en la contienda.

Nada, que Bonds siguen dando palos en su carrera competitiva.

Bonds, retirado del béisbol desde el 2007, fue un jugador fuera de serie en las Grandes Ligas. Se despidió del deporte como el máximo jonronero en la historia con 762 vuelacercas, así también como el máximo jonronero en una temporada con 73 bambinazos disparados en la campaña del 2001.

Tras su retiro, Bonds ha permanecido algo alejado de la palestra pública aunque hace un par de años fungió como coach de bateo de los Marlins de Miami. La razón de su alejamiento tiene que ver con el fantasma que ronda sus logros por el alegado uso de esteroides anabólicos. De hecho, en su séptimo año de elegibilidad al Salón de la Fama, el californiano no ha logrado recibir el mínimo del 75 por ciento de los votos para ser elegido para exaltación a Cooperstown.

Por lo visto, sin embargo, nada de eso le ha alejado de disfrutar la vida. Y así se ha dedicado a la crianza de sus dos Schnauzer, quienes tiene actualmente siete meses de vida.