Arrecia la pandemia de brazos lastimados en MLB
La pausa en los entrenamientos primaverales, los meses de inactividad y una apresurada y corta sesión para retomar el béisbol le están pasando factura a los peloteros, en especial a los lanzadores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El brazo humano no se hizo para hacer decenas de veces consecutivas los movimientos que hace un lanzador en el deporte del béisbol. Para eso hay que trabajar en una manera disciplinada por mucho tiempo para desarrollar una mecánica que no incida en la función anatómica del brazo, y por supuesto, mantener dicha extremidad en un acondicionamiento óptimo.
Esto último se vio afectado este año cuando los lanzadores iniciaron sus trabajos en febrero, se detuvo todo en marzo, estuvieron cuatro meses de inactividad o de un entrenamiento debido, y regresaron a lanzar en julio.
La falta de una preparación adecuada, el tiempo de inactividad y la rapidez con que tuvieron que volver a la acción, pudo haber provocado esta otra pandemia, la de los brazos lastimados en Major League Baseball, y algunos van hasta camino al quirófano.
Como resultado, luego de solo un mes de temporada de las Grandes Ligas, figuras como Justin Verlander (HOU), Corey Kluber (TEX), Clayton Kershaw (LAD), Cole Hamels (ATL) y Miles Mikolas (STL) en la lista de lesionados con problemas del antebrazo, tendinitis, distensiones musculares del tríceps o del bíceps y otras molestias. El as de los Nacionales, Stephen Strasburg, perderá la temporada con problemas de un nervio en su mano derecha, con la que lanza.
“Puede haber muchas teorías porque no todo el mundo se lastima de los mismo. Pero realmente la preparación de esos lanzadores no fue la misma que un año regular, y me imagino que eso tiene que ver con la cantidad de lesiones. El no pasar por una preparación adecuada, como la que pasan todos los años pudo saber contribuido a eso”, dijo el exlanzador de las Grandes Ligas, Javier Vázquez, quien en su carrera de 14 años en las Mayores abrió 443 partidos y lanzó en 2,840 entradas.
Pero no son esos cinco nada más. Son decenas. Unos con molestias del antebrazo, del codo o del hombro.
Están además Homer Bailey (MIN), Ken Giles (TOR), Michael Feliz (PIT), Darío Agrazal (DET), Clay Holmes (PIT), Foster Griffin (KC), Jimmy Lambert (CHW), Tommy Kanhle (NYY), Matt Bowman (CIN), Austin Pruitt, Chris Devenski y Roberto Osuna (HOU), Colin Poche (TB) y hasta el japonés Shohei Ohtani (LAA), todos con molestias del brazo.
Con molestias del hombro están o estuvieron José Leclerc (TEX), Alex Wood (LAD), Joe Biagini y Brad Peacock (HOU), Wade David (COL), Kyle Crick (PIT), Mike Montgomery (KC), James Norwood (CHC), Sam Coonrad (SF) y Reynaldo López (CHW). Otros que cayeron en la lista de lesionados poco después de iniciar la campaña lo han sido Robert Gsellman (NYM), Anthony DeSclafani (CIN), así como Hunter Harvey y John Means (BAL).
“Yo me imagino que muchos de esos lanzadores durante la pandemia no tuvieron alguien con quien tirar. No todo el mundo tiene las facilidades. Hay algunos que tienen un bullpen en la casa, o un amigo que le ayuda. Ese tipo de cosa creo que ha influido en todo esto”, dijo Vázquez.
“Hay lanzadores que usan más fuerza del hombro y otros del codo. Yo nunca tuve una lesión así seria, y casi nunca me daban dolores en el codo. Cuando me daban era en el hombro. Depende del lanzador. Yo llegaba a Spring Training listo para lanzar dos o tres entradas, y poco a poco ir aumentando”, afirmó.
El coach de lanzadores boricua Juanchi Nieves, quien actualmente trabaja con la organización de los Tigres de Detroit, concordó con que mucho tiene que ver con la falta de un entrenamiento adecuado al haber detenido el ritmo que comenzaron en febrero.
“Hay lanzadores de esos que llevan años tirando en Grandes Ligas, por lo que podría deberse también al uso”, manifestó Nieves, quien ha sido coach de lanzadores para franquicias como los Medias Blancas de Chicago, los Medias Rojas de Boston y los Marlins de Miami.
“Favorezco un Spring Training largo. Hay gente que se queja por eso, pero la mayoría de las lesiones comienzan en marzo y abril. Eso es el resultado del proceso de venir de un descanso y de entrenamiento y llegar a Spring Training. Cuando llegan es como tirar un cambio adicional en la transmisión de un carro. Para mí son diferentes épocas del año en las que el jugador tiene que saber tener suficiente base y preparación para tirar otro cambio”, dijo Nieves.
Aunque estuvo de acuerdo que no todos los jugadores tienen los mismos recursos, afirmó que “el que paró fue porque quiso. La mayoría de los que tienen problemas son tal vez los que pararon y pensaron que podían empezar otra vez más tarde”.