Isla Margarita, Venezuela. La actual Serie del Caribe ha atraído a figuras estelares del béisbol caribeño del presente y del pasado. Así como se ha visto a Yadier Molina e Iván Rodríguez, por aquí han estado figuras como Ozzie Guillén, Felipe Lira, George Bell y, el más reciente, Andrés Galarraga.

El ex inicialista venezolano de las Mayores visitó el centro de prensa del estadio Nueva Esparta para ofrecer reacciones a diversos temas, pero sus declaraciones más contundentes fueron en apoyo a la participación de Cuba en los clásicos caribeños.

“Me encanta la idea de que Cuba esté en este torneo, porque fortalece la Serie del Caribe. Y no solo que venga Cuba, que venga Panamá, que venga Colombia. De verdad que la idea es buenísima. Mientras más participemos, más oportunidad tenemos de que siga creciendo el béisbol no solo en Suramérica, sino en toda la región y todo el mundo”, dijo el recordado toletero, quien militó con siete novenas de Grandes Ligas, principalmente con Montreal, Colorado y Atlanta.

Aunque apoyó el regreso cubano, el ganador de dos Bates de Plata y dos Guantes de Oro en las Mayores reconoció que la actuación de Villa Clara no fue la mejor.

Galarraga participó en cuatro Series del Caribe: tres con los Leones de su natal Caracas (1980, 1982, 1987) y una como refuerzo de La Guaira (1987). Ganador de una con los Leones en Hermosillo en el 1982, Galarraga se mostró muy satisfecho de estar en otra, aunque en esta ocasión como espectador.

“Todas son buenas, todas son muy alegres, todas son momentos para representar a su país. Cuando ganamos, es un gran orgullo”, dijo Galarraga. “Estoy muy contento porque cuando se tiene éxito en la Serie del Caribe, y todo transcurre bien, quedamos bien en representación de toda Suramérica y de todo el Caribe”.

Aunque obviamente dijo que apoya a Venezuela, opinó que los Navegantes no se pueden confiar “porque todo ha estado muy parejo. La cosa está muy buena”.

Galarraga, quien formó parte del grupo técnico del equipo de Venezuela que participó en el Clásico Mundial de Béisbol del 2013, aseguró que no se ve como dirigente por el momento debido a que hay aspectos con los cuales no logra congeniar.

“Quizás no tengo el carácter, porque de verdad que hay que tener tiempo y paciencia para trabajar con los 40 peloteros de un róster. Siempre hay un enemigo del dirigente. Me gusta ser amigo de los jugadores y no quiero tener esa parte. Todos piensan diferente y no es fácil. Admiro mucho a los coaches y los mánagers sobre todo, porque no es fácil ese papel”, concluyó.