Las reglas de las Grandes Ligas cambiaron en algunos aspectos, incluyendo que un lanzador que entre en relevo tiene que lanzarle a al menos tres bateadores o cerrar una entrada. Eso le aplica directamente al relevista zurdo boricua Alex Claudio, quien por años tuvo el rol de especialista en bateadores zurdos con los Vigilantes de Texas y luego con su actual equipo, los Cerveceros de Milwaukee.

Aunque se pueda pensar que para un lanzador de sus características eso podría ser una desventaja, Claudio cree que en cambio es una mejor oportunidad para demostrar que es capaz de hacer más.

“Todo el mundo pregunta sobre eso, sobre cómo me siento. Y realmente me siento muy bien porque yo siempre me preparo para sacar uno, dos o tres outs, los que sean”, dijo Claudio vía telefónica desde Arizona.

“Pero creo que es tiempo de abrirle los ojos a muchas personas y demostrarles que puedo sacar un inning o dos innings. Gracias a Dios es una bendición estar con un bullpen tan bueno como el que tenemos. Es un orgullo también. Sé que puedo estar al nivel de ellos. Sé que puedo hacer el trabajo”, agregó.

El papel de Claudio ha ido evolucionando desde sus días con los Vigilantes, equipo que lo drafteó en la ronda 27 del sorteo del 2010. En el 2017 fue usado hasta como taponero.

Para la temporada del 2019, cuando firmó con los Cerveceros de Milwaukee, fue el relevista con más apariciones en las Grandes Ligas con 83, superando las 66 que tuvo con Texas en el 2018.

En Milwaukee se ha convertido en pieza clave del bullpen junto a los relevistas Corey Knebel y uno de los mejores cerradores de las Mayores, Josh Hader.

Aunque durante la temporada muerta no le extendieron un contrato por diferencias de dinero, luego alcanzó un acuerdo para continuar con un equipo que con la llegada de Christian Yelich adelantó a los playoffs las dos pasadas campañas.

Por eso prefirió no jugar pelota invernal en Puerto Rico por primera vez desde 2010 y preparar mejor su cuerpo para el 2020. Agregó 20 libras a su peso y arribó a los campos primaverales en una condición que le satisface.

“Estar en un equipo ganador te motiva. Te preparas porque sabes que es hasta los playoffs. Yo dejo todo en manos de Dios porque sé que puedo ser efectivo y me preparé muy bien para estar con un equipo que se ve muy completo”.