En el pasado  mes de agosto,  Aldo Méndez tomó una de las decisiones más importantes de su vida.  

El cidreño tuvo que dejar su trabajo  a tiempo completo como contable en  Puerto Rico para trasladarse al estado de  Florida,  donde había una gran  oportunidad de empleo para su esposa y una mejor educación para su pequeño Sebastián, quien es paciente de Síndrome Down. 

Además, agosto  representó un  mes de cambios en el diamante. 

Con una nueva vida en la diáspora, Méndez tendría que viajar todos los jueves a la Isla para ayudar a los Bravos de Cidra a  conseguir  su noveno campeonato  nacional en la Doble A.  

“Renuncié  y me mudé para acá  porque mi esposa  tenía un salario más alto como nutricionista que  en Puerto Rico, y  Sebastián podría tener una mejor oportunidad de educación. Él acá tiene mejores ayudas que  lo guiarán a ser una persona independiente”, aseguró Méndez en entrevista telefónica con  Primera Hora desde Florida.     

Y como si fuera poco, en agosto  se presentó su primera oportunidad para firmar como  profesional con los Criollos de Caguas en la  liga invernal. No lo pensó dos veces.

Por fin, le llegaría el momento de acercarse   a las puertas de hacer realidad el sueño que había perseguido desde pequeño,  cuando visitaba junto a su padre el estadio Yldefonso Solá Morales de Caguas. Ese sueño del profesionalismo  había tenido que ponerlo  en pausa por razones ajenas a su voluntad.

“A diferencia de mi esposa, yo me trasladé sin tener un trabajo en mis manos,  así que  desde mi llegada he estado  entrenando  fuerte y trabajado con mi béisbol. Entonces, cuando   vino la  oferta, lo conversé con mi familia. Les dije: ‘es ahora o nunca’ y ellos me contestaron que lo hiciera. Que me apoyaban en todo momento”,  recordó. 

Méndez, quien cumplirá 29 años en noviembre,  encabeza el grupo de jugadores de la Doble A  que recibieron invitaciones para jugar  en la  Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.

Los Tiburones de Aguadilla  anunciaron la contratación de los   lanzadores  Luis Cintrón, Nelson Arocho y José Ayala.

“Esta invitación de Caguas representa  muchas cosas en mi vida. Representa  la oportunidad de probarme con jugadores  con experiencia en el béisbol organizado y  las Grandes Ligas. Es la oportunidad de demostrarme a mi mismo que  puedo jugar a nivel profesional, algo que se me había negado al no ser escogido ni firmado  en ningún momento”, dijo Méndez. 

Méndez fue  el “Campeón de bateo” de la  Serie Final de la Doble A luego  terminar  con un robusto promedio de .545. Sin embargo,  esos números  representan un ápice dentro de la  ética de trabajo y  consistencia que ha demostrado  desde el 2008.

En su trayectoria de ocho  temporadas en la Doble A, Méndez   acumula promedio de .292 (470-137) con    119 carreras anotadas  y 75  carreras remolcadas en 108  partidos.

Para enfrentar al mayor reto   en lo que va de su carrera como pelotero, Méndez ha intensificado su trabajo en el gimnasio  para  preparar el cuerpo a una carga diaria de trabajo que lo llevará a jugar más de 20 partidos en la temporada regular.

Su desempeño en los cinco estadios invernales podría redundar en una oportunidad en el béisbol organizado.

“Lo que  haga ahora es determinante para mi futuro  y el de mi familia. Mi desempeño puede provocar que se le abran las puertas a otros jugadores  aficionados en Puerto Rico. Es una bendición que debo disfrutar y aprovechar”, sostuvo Méndez.