Ha pasado más de un año desde que Albert Pujols abandonó a los Cardenales de San Luis para unirse a los Angelinos de Los Ángeles.

Aún así, el estelar toletero –que jugó anoche por primera vez ante sus ex compañeros– no puede olvidar las 11 temporadas que estuvo en San Luis.

Pero lo que más ansiaba previo al encuentro de ayer era encontrarse con aquél a quien considera parte de su familia, el boricua Yadier Molina.

“Yadi es como mi hermano menor”, comentó el dominicano al periódico STL Today.

De hecho, Pujols relató al rotativo que los padres del receptor le encomendaron el cuidado de su hijo cuando llegó a Grandes Ligas en el 2004.

“Ellos me dijeron: ‘Cuida a mi hijo’... Ese fue el tipo de responsabilidad que tuve con él. Lo quiero a morir”, indicó Pujols, quien ha sido esencial en el desarrollo de la carrera de Molina, especialmente en el bateo.

“Lo veía hacer swing y si hacía algo mal se lo decía”, comentó.

“No me sorprende cómo ha bateado en años recientes, porque cuando otros dudaban de él yo sabía que tenía la habilidad para batear… Tampoco me sorprendería que ganara un título de bateo”.

Sin embargo, el tres veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional no quiere acreditarse el éxito del boricua.

“No tengo nada que ver con su éxito. Yo solo hice mi parte… así como otros lo hicieron por mí”, agregó.