Santa Isabel. En las Navidades del 2014, luego de una lesión y una operación, el campocorto Carlos Correa entrenó como nunca  para rehabilitarse, fortalecerse y asegurarse de tener un buen año en 2015. Y ya vimos lo que pasó.

Ahora, de cara a su primera temporada completa como  ‘big leaguer’ entrenó aún más fuerte, así que prepárese.

La meta: 40 jonrones, 40 dobles y sobre 100 remolcadas. Y por supuesto, la corona de la Serie Mundial. Así como lo lee... y lo dice sin presión alguna sobre sus hombros.

 El Novato del Año de la Liga Americana viajará en una semana para integrarse a los entrenamientos primaverales de los Astros de Houston en Florida y,  ya en la fase final de su entrenamiento,  horas antes de su homenaje senatorial, conversó con Primera Hora mientras Luis Alfonso Martínez le recortaba en su local del centro de  Santa Isabel.

“Este año llegué (a Puerto Rico) saludable y la preparación fue en mejorar en todos los aspectos del juego”, explicó. “Por ejemplo, se trabajó en la selección de pitcheos. Traje lanzadores profesionales para que me tiraran. Se trabajó en el ‘Light BP’, en la defensa, en tratar de ser más rápido y más flexible. Peso unas 222 libras y estoy más fuerte y más rápido. Fui Novato del Año pero eso ya está en el pasado. Tengo metas más grandes para este año y espero poder cumplirlas”.

Hace un año, Correa se fue de la Isla pesando unas 216 libras, mayormente debido a su aumento en musculatura.

Dijo que este año como parte de su entrenamiento llegó a hacer una repetición de 405 libras con sus piernas.

Explicó que su rutina consistió en levantarse cada día a las 9:00 a.m. y hacer trabajo de gimnasio en la mañana.

Ciertos días viajaba hasta a Aibonito para trabajar con su entrenador, Ulises Rosario, y otros días Rosario viajaba a Santa Isabel.

Trabajaron juntos en playas, gimnasios, parques y pistas en su flexibilidad, su elasticidad y su explosividad, utilizando ejercicios pliométricos.

Y eso era por el día, porque tras descansar un rato, se metía al parque de 7:00 p.m. a 10:00 p.m. a trabajar el bateo.

Las segundas temporadas o aquellas en las que se establecen logros siempre son fuertes para los atletas.

Pero con su ya usual y pasmosa madurez, Correa asegura que va a él.

“No cambia nada. No es que tenga el siore asegurado en Grandes Ligas. Yo no voy a spring training a prepararme. Yo voy preparado a spring training. Ese es el error que muchos cometen. Llego en óptimas condiciones y  estoy listo para la temporada desde el día uno de spring training. Yo voy allí con la mentalidad de  pelear por una posición”, dijo.

“Físicamente estoy listo para lo que sea. Incluyendo jugar los 162 juegos. Mentalmente es que uno tiene que estar preparado, porque físicamente hay cosas que uno no puede controlar. Pero mentalmente estoy listo para lo que viene”, sostuvo.

Tras debutar en junio y jugar solo 99 partidos, Correa finalizó con .279, 22 jonrones, 22 dobletes y 68 impulsadas, por lo que un año de 30-30 y 100 remolcadas en una temporada completa no parece  descabellado.

“Sería espectacular un 30-30 pero en mi mente tengo el 40-40 porque si me quedo corto comoquiera estaría contento. Pero pienso un poco más allá. La realidad es que las impulsadas es algo que no puedes controlar. Si bateas con nadie en base no vas a tener muchas. Me enfoco en el OPS y   en ayudar a mi equipo en el juego. Si mi actuación es buena sé que vamos a ganar muchos partidos”, sostuvo.

De hecho, comentó que los Astros, aunque realizaron pocos cambios, reforzaron un área clave: el pitcheo.

“El ‘core’ es muy bueno. Está Altuve, Springer, Keuchel, Marisnick, muchos peloteros jóvenes con mucho talento. Es un equipo que lo hace todo. Adquirimos un closer muy bueno (Ken Giles). Conseguimos a Doug Fister. Esas adquisiciones nos van a ayudar a ganar unos cuantos juegos más y creo que la mentalidad es ganar la Serie Mundial. No hay quien nos diga que no podemos. Pocos creían en nosotros el año pasado y mira a donde llegamos. Las metas este año son más altas”, finalizó.