Robinson Cancel: “Es una paranoia constante”
Sin poder contener las lágrimas, el dirigente de los Indios de Mayagüez en la pelota invernal, cuenta su experiencia con los terremotos en su natal pueblo de Lajas
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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MAYAGÜEZ. Tan pronto los Indios de Mayagüez aseguraron el triunfo del viernes para empatar la serie semifinal de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, el dirigente Robinson Cancel fue el primero en tirarse al terreno para felicitar a sus jugadores y celebrar con ellos el triunfo.
Sin embargo, de inmediato su rostro se transformó al reflexionar sobre lo que han sido los últimos días. Los terremotos que han sacudido a la Isla desde principios de semana lo han marcado, al punto de costarle mantener la concentración como cacique de la tribu mayagüezana.
“Los últimos días no he dormido casi nada. Es una paranoia constante de que va a volver a temblar. Es bien difícil”, sostuvo Cancel, quien es natural de Lajas, uno de los pueblos donde los sismos se han sentido con fuerza.
“Hay muchas cosas pasando. Uno tiene familia y quiere que todo el mundo este bien. Gracias a Dios mi familia está bien y mi casa también, pero veo que otra gente la está pasando mal y es duro”, agregó sin poder contener las lágrimas.
Las expresiones de Cancel fueron unas horas antes de que se registrara el viernes a las 6:26 p.m. otro sismo, este de magnitud 5.3. Esta ha sido la réplica más fuerte sentida hasta el momento desde el terremoto del martes que fue de magnitud 6.4 en la escala Richter.
El béisbol no ha estado ajeno a dicha situación. La serie semifinal de la liga invernal recesó varios días a causa de la emergencia natural y no se reanudó hasta este viernes.
Incluso, varios jugadores que se desempeñaban como refuerzos abandonaron la Isla luego de vivir en carne propia la tensión que vivió la Isa con los movimientos sísmicos que afectaron grandemente la zona suroeste de la Isla.
Carolina perdió al estelar relevista Anderson Severino, quien decidió regresar a República Dominicana. Mientras, los Indios tampoco cuentan con el jardinero estadounidense Chris Heisey.
“Chris estaba en la isla con su esposa y sus hijos. Cuando el primer temblor, el día de Reyes, le pidió a su familia que se fuera y él se iba a quedar para cumplir con el equipo. Pero luego de los dos temblores fuertes, optó por irse con ellos”, destacó Héctor Otero, gerente de los Indios.
“Es difícil, porque lo necesitamos, pero también entendemos su decisión. No está acostumbrado y su gran preocupación es su familia”, destacó.
Jonathan Sánchez es otro de los jugadores de los Indios que es oriundo de la zona suroeste, la más afectada por los terremotos. El sabaneño residente en San Germán aseguró que ni su residencia ni su familia sufrieron daños y como profesional, sabe que tiene que dejar fuera del terreno preocupaciones externas, aunque cueste.
“Nosotros vinimos a los juegos y nos metemos en el juego. Gracias a Dios, la familia está bien, que es lo importante. Todo lo demás, lo dejamos al lado y nos concentramos en el juego. Cuando se acabe, entonces recogemos otra vez los problemas”, destacó Sánchez.
Los Indios dejaron en el terreno, 2-1, a los Gigantes de Carolina el viernes, con sencillo remolcador de dos carreras de Yariel González para empatar la serie semifinal de la pelota invernal.
La serie reinició luego del receso forzado por la emergencia que vive el país.
Para el coach Hiram Bochachica, una vez más el deporte puede convertirse en oasis en medio de tiempos difíciles.
“Es difícil concentrarse, pero a la misma vez, yo creo que esto (la serie) ayuda, especialmente para esta zona Oeste y Sur. Los ayuda a salir de sus casas, espejarse. Yo creo que de esa forma nosotros también aportamos a la comunidad”, destacó Bocachica.
Natural de Ponce, algunos miembros de su familia tuvieron que dejar sus residencias por encontrarse en una zona vulnerable.
“Tengo tres tías y un tío que vivían en la urbanización Villa del Carmen (en la playa de Ponce cerca de La Guancha). Tengo en tendido que a todas las personas de la urbanización los desalojaron porque queda cerca de un brazo de mar”, apuntó el exjugador ligamatorista.
“Esta es una experiencia nueva y lo difícil es que es impredecible, que nadie sabe cuándo va a volver a pasar, pero ya hemos pasado por cosas peores. Tenemos que mantenernos positivos “, sentenció.