Indianápolis. Por 38 partidos el primer clasificado Kentucky tuvo la destreza de dejar a un lado la distracción de su búsqueda para terminar como campeones invictos del baloncesto colegial.

Pero los Wildcats no pudieron con el empuje de Wisconsin y su hombre grande Frank Kaminsky, que se impusieron en la segunda semifinal del Final Four, 71-64, en la noche del sábado para concluir una temporada de ensueño que ahora será una nota al calce. 

Con la meta de convertirse en el primer campeón sin derrotas desde Indiana en 1976, Kentucky (38-1) perdió la revancha de la semifinal del año pasado contra los Badgers y se unen a Indiana State (1979), UNLV (1991) y Wichita State (2014) en lo equipos que llegaron invictos al torneo de la NCAA y perdieron en la denominada “Locura de Marzo”. 

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Kaminsky tuvo 20 puntos y 11 rebotes para Wisconsin (36-3) que ahora se medirá el lunes contra los Blue Devils de Duke por el campeonato masculino de la NCAA. 

Por Kentucky, el dominicano Karl Anthony Towns tuvo 16 tantos y nueve rebotes. 

Duke, a otra final colegial

Indianápolis. Justise Winslow anotó 19 puntos y Jahlil Okafor añadió 18 para que Duke, el primer preclasificado, aplastara el sábado, 81-61, a Michigan State y avanzara al duelo por el título del baloncesto colegial.

Winslow y Okafor, jugadores de primer año, acumularon estadísticas impresionantes en el primer encuentro de la ronda Final Four. Winslow, quien acumuló faltas desde muy pronto, capturó nueve rebotes y atinó cinco de siete disparos de campo, mientras que Okafor se apoderó de seis rebotes ante los tableros y atinó siete de 11 tiros.

Quinn Cook, jugador de último año, totalizó 17 unidades por los Blue Devils, que dominaron el partido salvo en los minutos iniciales, cuando se vieron en desventaja por 14-6.

A la defensiva, Duke realizó una labor de equipo, como la que ha privilegiado el entrenador Mike Krzyzewski durante sus 35 temporadas en la institución.

Lo que fueron triples sin marca para Michigan State en el comienzo del duelo se fue convirtiendo en misión imposible cuando los Blue Devils impusieron una marca mucho más férrea. Y los puntos se volvieron escasos para los Spartans.