A la distancia, José Juan Barea estuvo escuchando de los planes del Equipo Nacional para el compromiso de anoche ante Estados Unidos en la primera ventana clasificatoria al Mundial de China 2019.

Era una sensación extraña para el mayagüezano. Su nombre no era parte de los planes del programa para el inicio de una serie de compromisos relevantes con miras a la clasificación mundialista. No era su culpa. 

Simplemente no era elegible para vestir el uniforme patrio, tras la implementación de un nuevo formato que conflige con la temporada de la NBA y que no permite la participación de sus canasteros en cuatro de las seis ventanas. 

Anoche arrancó la primera y el armador de los Mavericks de Dallas tenía que conformarse con sacar las sillas del patio de su residencia para seguir las incidencias del partido junto a su familia.

“Es algo  bien raro”, confesó Barea a Primera Hora. “Fue algo que estuve hablando con mi compañero Dwight Powell que juega con Canadá. Uno está acostumbrado a jugar con el Equipo Nacional y ahora el formato es diferente. No puedo hacer mucho. Voy a ver el juego y así apoyarlos”.

Los dedos de una mano sobran para contar las ausencias de Barea en el equipo adulto en la última década. En el 2009 perdió el Premundial por una lesión y este verano se ausentó al AmeriCup, una competencia sin mucha relevancia, cuando él venía de una temporada plagada de lesiones con los Mavericks.

De seguro, Barea quería estar anoche en uniforme. Y lo difícil para él será que tampoco podrá jugar en la segunda ventana en febrero. Tendrá que esperar hasta el mes de junio para participar en los últimos dos encuentros de la primera fase. Ambos choques se efectuarán en Puerto Rico.

“Esto es algo totalmente diferente. En el verano uno se preparaba para jugar en un torneo largo y ahora será toda una preparación para dos juegos”, comentó Barea al indicar que en el proceso ha mantenido comunicación con el líder federativo, Yum Ramos, con los hermanos Gian y Gilberto Clavell, y con Carlos Arroyo, quien está colaborando con el cuerpo técnico.

Por el momento, Barea continúa enfocado en la NBA con los Mavericks. El comienzo de temporada, sin duda, ha sido el más pobre que el boricua ha experimentado con Dallas en medio de su novena campaña con esta organización. Dallas registra la peor marca en el Oeste con apenas cuatro triunfos en 19 compromisos (4-15). “Es un momento difícil”, admitió, “aunque hemos estado jugando un poco mejor en los últimos juegos. Botamos un juego ante Boston (en tiempo extra). Ha sido un inicio bien difícil; bien frustrante. Estamos trabajando juntos para tratar de salir de esta mala racha. Sabíamos que iba a ser difícil, pero no tan así. Hay que batallar para que la temporada no sea tan larga. No nos vamos a quitar”.

A nivel individual, Barea atraviesa un buen momento. En 18 partidos promedia 12.5 puntos, 4.5 asistencias y 3.0 rebotes en 22.4 minutos con un 42% en sus disparos de campo. “Personalmente, me siento bien. Me siento bien físicamente. El descanso en el verano me vino bien. Me siento saludable”.

Ayuda a la Isla

Barea, a su vez, ha sido uno de los deportistas boricuas más comprometido con el País en medio de la crisis por el paso del huracán María. Hasta el momento, precisó, ha enviado a la Isla cinco aviones con suministros. El dueño de los Mavericks, Mark Cuban, ha sido fundamental en el proceso, dijo. “Seguimos ayudando en Puerto Rico a través de la fundación. Ya enviamos cinco aviones y recolectamos como $500,000 para seguir ayudando a otras fundaciones y entidades. Sabemos que el proceso de recuperación es uno largo”, dijo Barea. “La gente aquí en Dallas ha sido súper y Cuban me ha ayudado en todo lo que le he pedido”.