México. “!Tienen que ir a las pirámides!”  Esa fue la consigna de cada mexicano que conocimos desde que llegamos a esta ciudad para la cobertura del Campeonato FIBA Américas 2015.  Y lograr ese viaje a la Zona Arqueológica de Teotihuacán, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, se convirtió en una misión para nosotros.

Misión que, por los horarios de trabajo, se nos hizo más complicada de lo que pensábamos pero, finalmente, pudimos reservar de dos a tres horas para recargarnos de energía en las Pirámides del Sol y la Luna, uno de los principales destinos turísticos del país, localizado aporoximadamente  a una hora (25 millas) de Ciudad de México.

Pero la realidad es que si se desea apreciar en detalle cada monumento, vestigio y museos del centro ceremonial, se necesita reservar al menos un día completo. Los recorridos, generalmente, comienzan desde la Ciudadela, donde se puede descubrir el templo a Quetzalcóalt y Tláloc, luego pasar a Miccoatli o la Calle de los Muertos, seguir hasta la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, para terminar en el Palacio de Quetzalpapálotl.  

Según datos de la Secretaría de Turismo de México, la Pirámide del Sol llegó a ostentar una altura superior a los 75 metros, aunque en la actualidad sólo alcanza los 64 metros. La estructura de esta edificación consta de cinco fases de construcción y cuenta con 220 escalones. He aquí un dato importante. La estructura es empinada y los caminos son de piedra,  y aunque hay áreas de reposo entre cada sección, no en todas las escaleras hay pasamanos, por lo que la subida presenta bastante dificultad y no es recomendable para personas con ciertas condiciones de salud o de edad avanzada. La bajada es igualmente complicada.

Con casi cuatro kilómetros de distancia, la Calzada de los Muertos es la avenida que conecta a las pirámides de la Luna y el Sol con diversos edificios como el Templo a Quetzalcóatl y Tláloc. La Pirámide de la Luna es una estructura que se levanta a 42 metros del suelo, a su alrededor se puede contemplar el Palacio de los Jaguares, uno de los pocos edificios que no eran templos y fue reconstruido por arqueólogos.

Un poco de historia

En Teotihuacán vivió  una civilización agrícola que se estableció hace 600 años antes de Cristo. Sus orígenes se remontan hasta el siglo 1 a.C. donde se dió comienzo con la construcción de las impresionantes pirámides de Teotihuacán y los templos de Teotihuacán que hasta el día de hoy podemos ver. Se entiende que en Teotihuacán vivieron los más exquisitos artistas de la antigüedad, quienes legaron a los pobladores de las llanuras del Anáhuac, las culturas Nahuas, los Toltecas o probablemente los Olmecas. Allí todavía se encuentra el más impresionante centro de culto Olmeca de la era precolombina en México y de todo el mundo.De acuerdo con información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en sus años de mayor esplendor Teotihuacán llegó a ocupar un área cercana a 20 kilómetros cuadrados  con una población de entre 120 mil y 250 mil habitantes. Algunos especialistas y arqueólogos indican que fueron las invasiones de las culturas del norte, tal vez los otomíes o tal vez los toltecas, con su carácter guerrero quienes dieron fin a la civilización teotihuanaca.

Antes de planificar su visita a la Zona Arqueológica de Teotihuacán, considere las siguientes recomendaciones:

*El horario de visitas es de martes a domingo de 8:30 a.m. a 5:00 p.m. Los lunes permanence cerrado. El costo de entrada es de 59 pesos más 45 pesos de estacionamiento.

*Cualquier temporada es buena, pero tome precauciones en la época de lluvias, de julio a septiembre. Las lluvias se presentan principalmente por la tarde. En primavera el clima es caluroso con cielo despejado; el verano es caluroso con lluvias por la tarde; el otoño-invierno suele amanecer y atardecer con aire frío y algunas tardes lluviosas.

*Si es posible planifique su visita de viernes a domingo, días en que se realizan presentaciones de danzas antiguas de la época prehispánica en honos al Sol.

*Utilice ropa cómoda y zapatos deportivos, especialmente si piensa subir las pirámides. También se recomienda que lleve protector solar y una botella de agua para mantenerse hidratado.

*Otra manera de apreciar las pirámides es desde el aire. Hay diversas firmas turísticas que organizan viajes en globos aerostáticos por los cielos prehispánicos. Los vuelos despegan justo después del amanecer y tienen una duración de 45 a 60 minutos. Las reservaciones están sujetas a las condiciones climatológicas.