Tremont Waters regresa a los Gigantes con miras a encaminarlos a la ruta ganadora
El armador conversa con Primera Hora sobre el cariño que le tienen en Carolina, su experiencia en China y sus expectativas para esta temporada.
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Carolina. Tremont Waters arribó a Puerto Rico en la madrugada del sábado para su esperada incorporación a los Gigantes de Carolina, después de tomarse unas “breves vacaciones” tras terminar su compromiso en la liga de China.
Luego de aterrizar en la isla a eso de las 3:00 a.m. y estar volando por más de 18 horas, el armador titular de los campeones defensores del Baloncesto Superior Nacional (BSN) no tuvo tiempo para estar presente en las prácticas del equipo. Simplemente, se dirigió a su hogar y, a las horas, se trasladó al Coliseo Guillermo Angulo, donde fue recibido como un héroe.
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“Ayer (viernes) tuve un día largo. Empecé a viajar a las 8:00 de la mañana y no llegué a Puerto Rico hasta las 3:00 de la madrugada de hoy (sábado). Estaba en casa tomándome un tiempo. De hecho, fui a otro lado para relajarme, disfrutar unas cortas vacaciones y despejar la mente de lo que pasé en China. Fue una temporada larga y quería reagruparme”, relató Waters en entrevista con Primera Hora.
Después de un aparatoso arranque que los tiene en la quinta posición de la Sección B, gran parte de la afición de Carolina tenía esperanzas que el conjunto cambiaría con el regreso de Waters. Y aunque la mayoría de los problemas del quinteto carolinense son defensivos, el sábado se comprobó que el impacto que tiene el base, de 26 años y 5′10″ de estatura, va más allá del tabloncillo.
Por primera vez en semanas, los boletos para un juego en el “calentón” se agotaron. Los Gigantes recibieron a los Capitanes de Arecibo ante casa llena y unos fanáticos ansiosos por ver a Waters en un duelo entre el mejor equipo del BSN en estos momentos y los campeones defensores. Era un ambiente que parecía de playoffs, algo que no se veía así en el Coliseo Guillermo Angulo desde la final de 2023.
Caluroso el retorno del “Señor Aguas”
De antemano, Waters sabía que toda la atención iba a estar puesta sobre él porque, además de su regreso al BSN, recibiría la sortija del campeonato que ayudó a Carolina a conquistar el año pasado. Sin embargo, no le dio mucha cabeza a eso, y se mantuvo enfocado en intentar salir por la puerta ancha frente a unos enrachados Capitanes, que venían de siete triunfos en línea.
“Se sintió bien poder regresar y sentir todo el amor y la emoción alrededor de mi nombre y de mi regreso, pero sabía que teníamos un juego hoy. Celebramos la ceremonia de entrega de anillo rápido, y fue una experiencia muy humilde recibir una ovación de pie de todos, pero sabía que teníamos que conseguir la victoria”, expresó Waters acerca de su retorno al BSN.
“Carolina significa mucho para mí, simplemente, porque aquí soy aceptado y puedo ser yo dentro y fuera de la cancha. Carolina se siente como en casa. Ser acogido en este ambiente, hacer lo que hago y recibir el amor genuino de todos los fanáticos diciéndome cada vez que juego que están conmigo, solo me hace querer salir a esa cancha con aún más ganas de ganar… No puedo describirlo porque es un sentimiento irreal”, abundó.
Con todas las miradas encima, Waters no decepcionó en su regreso al “calentón”. El estelar armador terminó con 11 puntos y ocho asistencias en 18:31 minutos viniendo del banco y los Gigantes frenaron la racha ganadora de Arecibo al superarlos con marcador de 106-94.
Waters lució fenomenal en los minutos que vio acción controlando el tempo del partido y buscando involucrar a sus compañeros constantemente.
Llegó más maduro de China
El armador contó que se siente como un jugador más maduro que aquel que alzó el primer campeonato en la historia de los Gigantes la temporada pasada. Waters viene de disputar 59 partidos en la CBA de China, donde acumuló un promedió de 19.9 puntos y 5.9 asistencias con los Guangdong Southern Tigers.
“Uno aprende mientras más cosas experimenta. Yo trato de aprender algo de cada lección y disfrutar el hecho de que estoy viajando por jugar baloncesto. En China, me ajusté a jugadas físicas que sentía que eran extremadamente sucias, pero aprendí a cómo manejar eso. Siento que maduré dentro y fuera de la cancha”, indicó.
Con la victoria sobre los Capitanes, Carolina mejoró su récord a 9-11, pero siguen en el cuarto lugar de su sección. Waters, quien admitió que estuvo pendiente a lo que sucedía en el BSN mientras estaba en China, se incorpora al conjunto en una situación similar a la que estaban el año pasado.
No obstante, el canastero no siente presión alguna sobre que tienen que empezar a acumular victorias en esta segunda mitad del torneo si quieren clasificar a la postemporada y mantener vivas las esperanzas del ‘back to back’.
“Yo nunca tengo presión. El baloncesto es una bendición… Yo no sé el futuro. Tomaré un día a la vez. No voy a tratar de mirar al futuro o pasado, pensando que ganamos el campeonato. Eso fue algo grandioso y el banderín nos lo va a recordar todos los días, pero hay que dejar eso atrás y empezar a seguir hacia adelante un día a la vez”, señaló.
Los Gigantes volverán a jugar el lunes, cuando visiten a los Cangrejeros de Santurce en el Coliseo Roberto Clemente.