Carolina. A exactamente un año de ganar el primer campeonato en su historia, los Gigantes de Carolina superaron el viernes 101-91 a los Piratas de Quebradillas para mantenerse con vida en la postemporada del Baloncesto Superior Nacional (BSN) y avanzar a las semifinales.

Tras la victoria en un Coliseo Guillermo Angulo que parecía que se iba a caer con cada canasto, los Gigantes ahora esperan al ganador de la serie entre los Capitanes de Arecibo y los Osos de Manatí. El desenlace de dicha serie se sabrá mañana, sábado, cuando se dispute el tercer séptimo partido de los cuartos de final del BSN en el Coliseo Manuel “Petaca” Iguina.

Relacionadas

“Fue una serie que muchos pensaban que nosotros los íbamos a barrer, pero los Piratas son un equipo que mejoró mucho y terminó la temporada jugando 4-1 con los reemplazos que adquirieron de los jugadores de la Selección y consiguieron muy buen ritmo. Era un equipo incómodo, grande, atlético, corre mucho y no era fácil, así que nos tuvimos que emplear al máximo para ganar un juego siete aquí“, dijo el dirigente de Carolina, Carlos González, después de la victoria.

La ofensiva de Carolina fue liderada por Brandon Goodwin, quien estuvo imparable con 28 puntos, incluyendo 18 en el cuarto parcial, seis asistencias y tres rebotes. Le siguió Scottie James con un doble-doble de 19 unidades y 11 rebotes. Alexander Franklin aportó 16 y A.J. Slaughter 15.

En causa perdida, Emmanuel Mudiay terminó con 30 tantos, Tai Odiase 20 y Eric Griffin 19.

“Sabía que mi equipo necesitaba que fuese agresivo, así fuera creando para mí o para ellos. Quería seguir poniendo presión en el aro. En la primera mitad, mi tiro no estaba entrando y por eso solo me concentré en ser agresivo en la segunda”, dijo, por su parte, Goodwin.

En Ponce, los Leones eliminaron a los Mets de Guaynabo al derrotarlos 87-70 para conseguir el pase a las semifinales del BSN. Ponce se enfrentará a los Criollos de Caguas en la próxima fase del torneo.

El mejor por los Leones fue el refuerzo Byron Allen con 26 puntos, incluyendo seis triples, y seis rebotes. Por los Mets, se destacó Ryan Pearson con 21 unidades.

En Carolina, los Gigantes abrieron el encuentro con una corrida de 11 puntos, que concluyó con un triple de Slaughter. No fue hasta que restaban 6:20 minutos en el reloj que los Piratas la lograron librar con un canasto a larga distancia de Griffin.

Carolina reaccionó de inmediato y se volvió a ir arriba por doble dígito con un tiro desde la línea de Alexander Franklin y una güira de Thomas Robinson. Poco después, Quebradillas se acercó por 18-13 tras un canasto de Carlos Emory en la zona pintada, cuando quedaban 2:27 minutos del primer parcial.

Sin embargo, el quinteto del “calentó” se mantuvo al frente en la conclusión del primer periodo con una delantera de 21-16.

En el segundo tiempo, los corsarios despertaron y empataron el partido 25-25 con un triple de Phillip Wheeler, que silenció el Coliseo Guillermo Angulo cuando quedaban 7:52 minutos en el reloj. Wheeler continuó castigando a los Gigantes y convirtió una güira que le dio la vuelta al marcador 29-28 a favor de los Piratas.

La delantera de Quebradillas no duró mucho. Después de intercambiar la ventaja en varias ocasiones. Carolina logró irse arriba por cuatro puntos. Pero los corsarios cerraron el segundo parcial con un gancho de Odiase y una güira de Mudiay para igualar el desafío 42-42.

El juego continuó cerrado en los primeros minutos del tercer periodo hasta que los Gigantes se fueron en un avance de 11-2 para tomar una ventaja de 63-50 con 2:57 minutos por jugar. Pero en un minuto y medio, Quebradillas disminuyó esa delantera a solo cinco puntos. Carolina intentó alejarse, pero los corsarios convirtieron dos triples consecutivos para dirigirse al cuarto tiempo abajo en el marcador por 66-64.

Los Piratas parecían estar decididos en que iban a apagar el “calentón” sí o sí al tomar una ventaja de 67-66 en la apertura del cuarto parcial con un canasto y falta de Griffin.

En cambio, Goodwin se encargó de devolverle la delantera a Carolina con un tiro libre y un triple. Griffin contestó con una güira que acercó a Quebradillas por el mínimo.

Pero Goodwin siguió haciendo de las suyas y puso a bailar a Wheeler para así anotar un canasto que desató una algarabía en las gradas del Coliseo Guillermo Angulo. El armador importado estaba caliente en ambos lados de la cancha porque se robó el balón y atinó una güira en transición para colocar a los Gigantes al frente por 74-69 con 6:59 minutos en el tiempo reglamentario.

En los siguientes minutos, esa ventaja aumentó a 10 puntos con otro bombazo a larga distancia de un Goodwin que estaba quemando la malla. Pese a que no encontraban cómo detener a Goodwin, los Piratas se acercaron por cinco unidades, cuando restaban 3:35 minutos de acción.

Sin embargo, Carolina estaba imparable a larga distancia y Goodwin y Slaughter anotaron dos triples seguidos para mantener el “calentón” en llamas y Quebradillas nunca las pudo apagar.