Los delanteros argentinos Luis Scola y Andrés Nocioni ya no tienen que probarle más a su país.

Sin embargo, para el Preolímpico de Ciudad de México que inicia el lunes, ambos aceptaron el reto de volver a vestir la camiseta de su país en pos de un nuevo viaje olímpico, el cual podría abrir el camino a los futuros miembros del seleccionado argentino.

Para Argentina llegar a una nueva Olimpiada, Scola y Nocioni se perfilan como los referentes del equipo este año, y toda le experiencia adquirida por ellos en el equipo adulto desde 1999 es de vital importancia para las aspiraciones de Argentina en el torneo continental, en el cual harán su debut esta noche contra Puerto Rico (7:00 p.m., hora de la Isla).

Relacionadas

“Es muy importante porque son dos veteranos que tienen mucho compromiso de intentar hacer ganar el equipo, clasificar, así como en la renovación de la generación donde están haciendo un trabajo muy bueno desde el ejemplo”, alabó el técnico argentino Sergio Hernández a Primera Hora.

“Colaboran mucho en la educación de estos jóvenes. Tenemos suerte de tener líderes como ellos”, agregó Hernández, quien destaca que los dos veteranos son los primeros en llegar a las prácticas y los últimos en irse.

Scola y Nocioni dieron sus primeros pasos con la selección adulta de Argentina en el Preolímpico de San Juan en 1999. Ambos fueron parte integral de la ‘Generación Dorada’, la cual obtuvo el oro olímpico de 2004, la plata mundialista de 2002, el bronce olímpico de 2008 y varios triunfos más a nivel continental y mundial.

Sin embargo, en los dos no solo recae la responsabilidad de mantener a flote esta edición del equipo argentino, ya que el propio Hernández quiso de igual forma ponerse la presión por el bien del grupo.

“Ellos dos y yo tenemos que llevamos la presión en nuestra espalda y la queremos llevar. Tenemos experiencia, nos gusta y es una manera de quitarle la presión a los jóvenes, que cuando la tienen no rinden como uno quisiera”, dijo Hernández, quien está en su segunda etapa como seleccionador de su país.

Hernández estuvo con Argentina de 2005 al 2010, logrando el cuarto lugar del Mundial de 2006, el bronce en Pekín 2008 y la medalla de plata en los torneos FIBA Américas de 2005 y 2007. Junto con él y los dos veteranos del grupo, estuvieron otros grandes como Emmanuel Ginóbili, Fabricio Oberto, y otros como Carlos Delfino y Pablo Prigioni.

Oberto ya se retiró del equipo, Ginóbili prácticamente ha descartado que vuelva a jugar con su selección, mientras que lesiones dejaron fuera a Delfino y Prigioni del Preolímpico de este año.

Por ende, solo Scola y Nocioni, ambos con 35 años, son los últimos jugadores que quedan de la mejor etapa del baloncesto gaucho, y en Argentina saben que la despedida de ambos está muy cerca.

“Uno intenta  tener estos jugadores el mayor tiempo posible, pero hay que estar siempre listo y potenciando las presencias y no llorando las ausencias. Las camadas se terminan y empiezan otras”, dijo Hernández, para quien solo Estados Unidos y los países derivados de la antigua Yugoslavia y la desaparecida Unión Soviética mantendrán la hegemonía en el baloncesto internacional.

Mientras, el resto de los países tendrán que seguir trabajando y entendiendo el proceso de que a veces se está en la parte de arriba de la rueda, y en otras, en la parte de abajo.

“El problema de Argentina es que si lo que pasó en los últimos 15 años hace creer a la gente que somos potencia mundial podemos caer en ese error y que ese sea el final de nuestro básquet”, concluyó Hernández.