Con las maletas llenas de esperanza y con sus mentes ambiciosas de triunfo, la preselección nacional y gran parte de su cuerpo técnico partieron la noche del domingo hacia Bilbao, España, para su acuartelamiento allí y para el inicio de una serie de cinco fogueos de cara a la Copa del Mundo que inicia el 30 de agosto.

El objetivo es claro: conseguir la cohesión grupal deseada y afinar las tuercas necesarias para asegurar el primer pase a segunda ronda desde el 2002  y optar por dar una o dos sorpresas en esta edición.

“En este grupo compacto es fundamental generar una buena química entre ellos. La mayoría de ellos se conoce, que es positivo. Lo principal ahora es la convivencia fuera de la cancha, aprovechar las prácticas que hay para afinar detalles y aprovechar los fogueos para que cada día haya una evolución”, manifestó el técnico nacional Francisco “Paco” Olmos.

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En Bilbao, el grupo practicará del 11 al 13 de agosto para  jugar un partido de exhibición ante el campeón africano, Angola, el día 14. Luego, el equipo viajará a Serbia para un cuadrangular en el que se medirá el día 16 con Turquía y luego con  Serbia o Argentina el día 17, según el resultado que tenga en el primer desafío.

De ahí, los boricuas partirán hacia Nueva York el día 20 para jugar con Estados Unidos en el Madison Square Garden el 22 de agosto y hacer allí el corte final de los 12 jugadores. Entonces, viajarán de regreso a España el día 23 para medirse con Turquía una vez más en fogueo el día 27, antes de comenzar el torneo oficial.

Los 15 jugadores escogidos para la fase final de entrenamiento son los armadores Carlos Arroyo, José Juan Barea, Carlos Rivera y Filiberto Rivera, los aleros David Huertas, Ángel Vassallo, Alex Galindo, Javier Mojica y Alex Franklin, y los delanteros/pívots Ricky Sánchez, Renaldo Balkman, Ramón Clemente, Daniel Santiago, Devon Collier y Jorge Bryan Díaz. Estos viajaron junto a Olmos y los asistentes Leo Arill, Ibón Navarro y Carlos Morales, y gran parte del staff del equipo.

Del grupo, solo Barea se quedó en Puerto Rico, y  partirá el miércoles hacia España.  Mientras, el asistente Carlos Calcaño, el presidente federativo Carlos Beltrán y parte del staff médico se unirán al equipo en Nueva York.

Entre los asuntos técnicos que Olmos desea enfatizar en este viaje sobresale la defensa colectiva, que fue una de las notas positivas del Centrobasket con el equipo B que se llevó.

“Hay un trabajo ya hecho. Hay alguna química, pero ahora hay que entrar en ritmo competitivo”, dijo Olmos.

“Los fogueos tienen que meternos en ritmo, pues es un baloncesto de mayor nivel. Sobre todo, me gustaría tener una defensa sólida. No somos un equipo muy grande, pero debemos ser un gran equipo en el rebote, en las áreas de esfuerzos, que todo el mundo vaya al rebote. De ahí, pues exigir que haya un ataque colectivo fluido”, añadió.

“Este grupo tiene el talento para crear más espacios que  el de Centrobasket. A partir de ahí, aprovechar a nuestros tiradores, a nuestros jugadores pequeños con capacidad creadora y, por supuesto, a la figura de Danny (Santiago), que es una movilidad muy grande entre nuestros hombres grandes para que nuestro ataque no sea predecible”.

Al final del día, la meta es arribar al torneo en la mejor condición de juego posible y que se superen todas las expectativas que se tiene de este núcleo de jugadores.

“Queremos llegar el día 30 frescos mentalmente, con un juego claro y, sobre todo, con un objetivo. Llevamos dos mundiales que no hemos clasificado (a segunda ronda). Sabemos lo importante que es el baloncesto en Puerto Rico y para mí la primera responsabilidad es pasar la primera fase. De ahí, ser ambiciosos, pero con humildad sabiendo que vamos ante los mejores. Para ello hay que ir lo mejor preparado posible mentalmente, físicamente y tácticamente”, concluyó Olmos.