Resaltan las aportaciones de Vitito Ojeda al baloncesto
El exdirigente en el BSN y de la Selección Nacional masculina adulta dedicó gran parte de su vida al adiestramiento de entrenadores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Víctor “Vitito” Ojeda deja un legado de décadas ligado al baloncesto como educador, técnico y propulsor del deporte en Puerto Rico y además, en otros países laborando con FIBA América.
La Federación de Baloncesto de Puerto Rico informó ayer lunes el fallecimiento de Ojeda.
“Vitito fue una persona que estuvo toda la vida en el deporte desde las categorías menores hasta los adultos. Fue un gran colaborador de la Federación y representa una gran pérdida”, compartió Yum Ramos, actual presidente de la Federación.
No se reveló la causa de su muerte y Ramos indicó que la familia está haciendo los arreglos fúnebres. Sin embargo, está latente la posibilidad de que sus restos sean expuestos en la Casa Olímpica en San Juan.
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Ojeda fue dirigente del Equipo Nacional durante los Juegos Centroamericano y del Caribe de 1978 en Medellín, Colombia. En la justa, el combinado obtuvo la medalla de oro. También fue el dirigente durante la Copa Mundial de 1978 en Manila, Filipinas.
No obstante, Francisco “Paco” Rodríguez resaltó que la principal contribución de Ojeda descansa en sus trabajos para certificar entrenadores tanto en Puerto Rico como en otros países.
“Fue un consagrado al deporte en especial al baloncesto como educador y técnico. Estuvo en las categorías menores, el baloncesto escolar, el Baloncesto Superior Nacional (BSN) y con el Equipo Nacional. En FIBA América fue donde se estableció un puesto para el desarrollo de los técnicos a través del programa “Enseñando para Enseñar”. Ese era su anhelo y se dedicó ir a aquellos países no tan desarrollados en el baloncesto”, recordó Rodríguez.
Ojeda dirigió durante 12 temporadas del BSN en Guayama, Ponce, Aibonito, San Juan y Fajardo. Terminó con balance de 90-216, según Rodríguez.
“Hay un grupo de dirigentes, entre ellos también estuvieron Félix Joglar y Fufi Santori, que se dedicaron a dirigir equipos que recién iniciaban. Era difícil ganar partidos en una liga tan competitiva como la nuestra y en sus épocas que no habían refuerzos”, detalló Rodríguez.
La familia del baloncesto también sufrió recientemente la pérdida de Carlos Rivera, quien fue asistente de Ojeda en el Colegio San Ignacio y, además, fue director técnico del desaparecido torneo de baloncesto escolar McDonald’s-El Nuevo Día.
“Carlos era el contra parte de Vitito. Su labor fue más bien como oficial de mesa y también atendía el voleibol. Cuando Vitito se fue para trabajar en el municipio de San Juan, Carlos cogió el torneo McDonald’s”, sostuvo Rodríguez.