Kobe Bryant tuvo una sesión de vídeo la semana pasada, solo que en esta ocasión apagó el juego del doctor James Naismith para ver Dr. Seuss en su lugar.

“Intenté ver Miami-Indiana, el tercer partido o el cuarto, no puedo recordarlo, pero estaba sentado en la cama. Mis niñas saltan a la cama y me dicen: ‘Hey, queremos ver The Lorax. ¿Podemos ver The Lorax?’. Y dije… sí, qué importa. ¿Por qué no? Seguro. ¿Por qué estoy viendo esto de todos modos? Sí, veamos The Lorax”.

En lugar de ver a LeBron James jugar baloncesto con facilidad, Bryant escogió ver al diminuto hombre peludo que habla a nombre de los árboles.

Sí, esto es lo más cerca que Bryant ha estado del retiro. Y parece que no tiene ningún problema al respecto.

“Cuando te retiras, asumo que no hay incentivo para hacer las cosas como lo habías hecho físicamente, así que tienes que empezar a enfocarte en otras cosas”, dijo Bryant.

“Pero, para ser honesto, amo el juego, pero hay algo acerca de estar acostado en la cama o sentado en el sillón y ver una película para niños que es mucho más disfrutable”.

Bryant cumple 35 años en agosto, 18 de ellos como jugador de baloncesto y 17 como hombre común. Al menos, por el momento, la lesión en su talón de Aquiles significa más tiempo con sus hijas –Natalia, de 10 años, y Gianna, de siete– y más tiempo para pensar qué hará cuando no haya una próxima temporada para prepararse o un siguiente partido que jugar.

“Pienso que para mí, todavía se trata de encontrar algo que te apasione de la misma forma, donde puedas sentarte y hacerlo de forma diaria. Pero encontrarlo es la mitad de la batalla”.

Este verano será una probadita de la vida pos-NBA que Bryant tendrá más temprano que tarde. ¿Será una temporada más antes de que se retire definitivamente? ¿Dos? Su juego le dirá cuando sea hora de irse. Sin embargo, mientras esté bajo contrato, hará todo lo que pueda para representar los colores dorado y púrpura de los Lakers de Los Ángeles. Y todo lo que significa. Bryant, un aficionado de los Yanquis de Nueva York, pudo hacer una comparación con Mariano Rivera y Derek Jeter en la parte final de sus carreras.

“Estos hombres realmente intentan averiguar todo lo que pueden hacer para asegurarse que juegan al máximo nivel, o si no lo hacen, ¿entonces por qué jugar? Estarías haciendo un daño a esa gran organización”, dijo Bryant.