Incluyendo el juego de esta noche entre los Criollos de Caguas y los Santeros de Aguada en el Coliseo Roger Mendoza, tres de las cuatro series de los cuartos de final del Baloncesto Superior Nacional (BSN) se han extendido al máximo de siete partidos.

A su vez, la cuarta de esas series también pudiera decidirse en un séptimo encuentro si los Mets de Guaynabo vencen el viernes a los Leones de Ponce en el Auditorio Juan “Pachín” Vicéns. De ser necesario, ese decisivo partido entre los Mets y los Leones se llevará a cabo el domingo en el Coliseo Mario “Quijote” Morales, de Guaynabo.

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Pero en la jornada del viernes, los Gigantes de Carolina también intentarán mantener con vida su sueño de repetir como campeones, cuando reciban a los Piratas de Quebradillas en un Coliseo Guillermo Angulo, que estará todo vendido.

Ninguno de los dos equipos son extraños, pues ambos se vieron las caras la pasada temporada en este mismo escenario, pero bajo roles distintos. En aquel entonces, los Piratas eran los favoritos con la dupla de refuerzos de Hassan Whiteside y Brandon Knight, mientras que los Gigantes tenían una prometedora escuadra que muchos daban por sentada.

Contra todo pronóstico, Carolina dio el tablazo en seis juegos, pero este año la historia ha sido distinta con unos corsarios que tienen sed de venganza.

“De aquí se habla mucho del desquite. Desde que empezaron los playoffs, ellos (Piratas) dijeron: ‘Esto es personal para nosotros’. Yo no estaba aquí el año pasado, así que no me siento tan así, pero aquí el ambiente es así. Tenemos que ganar, esta es la venganza de nosotros y nos tocaría cruzar con Arecibo o Manatí”, contó Gilberto Clavell, quien anotó el canasto que le dio la ventaja a Quebradillas en la victoria por 94-91 sobre los Gigantes.

Gilberto Clavell tuvo un triple clave para los Piratas en el cuarto parcial del sexto juego contra los Gigantes.
Gilberto Clavell tuvo un triple clave para los Piratas en el cuarto parcial del sexto juego contra los Gigantes. (BSN)

Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde aquella serie que Carolina ganó para eventualmente conquistar su primer campeonato en el BSN.

En el caso de los Piratas, ya no están bajo la dirección de Rafael “Pachy” Cruz. En sustitución de Cruz, llegó el cuatro veces campeón de la NBA John Salley, quien atraviesa su primera experiencia como dirigente.

Por esta razón, Clavell pensaba antes de empezar la serie que sacar a los campeones defensores del camino iba a ser una tarea sumamente difícil. No obstante, Clavell empezó a ver la serie de una forma distinta a partir del tercer juego en el que salieron por la puerta ancha con marcador de 102-99.

“No te voy a mentir. Pensaba que iba a ser un poquito complicado porque el coach no conocía la liga, al igual que el asistente. Yo decía: ‘Contra, va a ser difícil’”, dijo.

“Carolina era un equipo que estaba engranando ya y fue excelente en la segunda parte de la temporada, pero, cuando fui al tercer juego, vi lo enfocado que estábamos y como que cliqueamos. Toda la temporada Quebradillas ha sido inconsistente, con rotaciones distintas porque todo el mundo quiere jugar, pero un coach me dijo a mí: ‘Hicieron un clic en ese juego tres y se ven ahora como equipo”, abundó.

El dirigente de los Piratas de Quebradillas, John Salley.
El dirigente de los Piratas de Quebradillas, John Salley. (BSN)

Desde ese desafío, los Piratas han salido airosos en dos de los últimos tres desafíos de la serie.

Para el delantero importado de los Gigantes, Scottie James, un factor que ha hecho que estos cuartos de final sean complicados para el “calentón” es que se han tenido que ajustar en el camino a jugar con A.J. Slaughter y Johnny O’Bryant, quienes llegaron en sustitución de Tremont Waters y George Conditt IV por los Juegos Olímpicos de París 2024.

“No ha cambiado nuestra mentalidad (jugar sin Waters y Conditt IV), pero jugar con canasteros diferentes que tienen otros estilos de juego ha hecho que nos tengamos que ajustar a ellos y descifrar en el proceso en dónde les gusta que les pasen el balón, dónde van a estar en el lado defensivo, entre otras cosas. Pero al final, tenemos que cerrar los partidos sin importar qué”, manifestó James.

De acuerdo con James, la clave para que Carolina defienda su casa el viernes y pase a las semifinales será limitar las pérdidas de balón, luego de registrar 16 en el pasado encuentro, y frenar a los Piratas en transición.